Una de perogrullo: las caravanas son … caravanas. Y están diseñadas para lo que cantaba el mariachi, “rodaaaaar y rodaaaar”. Todas por igual, un enganche y dos ruedas. Carretera y manta.
Rutero es el amo. Unos lo descubren antes y otros, después. Por eso hay quien compra caravanas pequeñitas y quien compra bichos enormes. Y por eso mismo hay quien se lanza a hacer kilómetros y kilómetros lleve atrás lo que lleve. Son las ganas las que tiran de la caravana y no las caravanas supuestamente ruteras las que empujan a rodar. Y por esa razón hay quien no se mueve mucho pese a tener un inquieto carro-tienda o una mini caravana y quien no para aunque tenga que desplazar un mastodonte.
Dicho esto, tiene más mérito y aparenta ser más rutero quien se mete 4.000 km al mes tirando de un armatoste de 7 metros que aquel que los hace remolcando una Caretta, aunque en el fondo los dos sean grandes viajeros.
Rutero es el amo. Unos lo descubren antes y otros, después. Por eso hay quien compra caravanas pequeñitas y quien compra bichos enormes. Y por eso mismo hay quien se lanza a hacer kilómetros y kilómetros lleve atrás lo que lleve. Son las ganas las que tiran de la caravana y no las caravanas supuestamente ruteras las que empujan a rodar. Y por esa razón hay quien no se mueve mucho pese a tener un inquieto carro-tienda o una mini caravana y quien no para aunque tenga que desplazar un mastodonte.
Dicho esto, tiene más mérito y aparenta ser más rutero quien se mete 4.000 km al mes tirando de un armatoste de 7 metros que aquel que los hace remolcando una Caretta, aunque en el fondo los dos sean grandes viajeros.