Este julio pasé la primera parte de vacaciones en un apartamento que estaba al lado del camping Joan que no lo conocía de nada. Pues cuanto nos hemos alegrado de esta decisión, nos costó menos que el haber acampado en dicho camping y cuando pasamos a verlo, porque nos picaba la curiosidad, observamos la tendencia a la que apuntan la mayoría de campings españoles, las mejores zonas para los bungalos y el resto parcelas eran tan reducidas que cuando uno se tiraba un pedo levantaba el avance del vecino. Si es así como se planean el camping español del futuro donde el llamado "nuevo campista" se aloja en casas prefabricadas aislado del mundo exterior y en contacto sólo con su familia que para eso paga una buena suma, y el campista de siempre que son los que han hecho posible que sus negocios existan, los acinen y releguen a las peores zonas, está claro que mi opción playera pasará por el ladrillo.
A la montaña llevaré mi caravana, recibiré sin barreras el aire limpio y seguiré escuchando los pajaritos al abrir mis ventanas todo a un precio razonable.