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La autocaravana de la Ronaldinha
Susana está siguiendo la Copa del Mundo desde Alemania, como el resto de mujeres de los jugadores, pero con una diferencia: ella ha alquilado una autocaravana para moverse por el país. Es un ´motorhome´, con capacidad para seis personas. Susana viaja con sus dos hijos, la babá (la niñera) y su cuñado. Julio César visita al autocaravana los días de fiesta y se mueve con los suyos orgulloso.
Han pasado ocho años y Susana Werner sigue igual de estupenda. Ocho años y dos hijos, Cauet, de cinco años, y la pequeña Julia, de diez meses. La Susana Werner de ahora, aún actriz y modelo pero más aún empresaria, mantiene el físico, la sonrisa y la larga melena rubia de cuando la bautizaron como ´la Ronaldinha´: ella fue la primera novia oficial de Ronaldo.
Susana en el 98 organizaba la casa que Ronaldo alquiló en Ozoir la Ferriere, cerca del hotel de concentración. Allá pasaba el ´Fenómeno´ sus días de fiesta soportando esos tremendos dolores en la rodilla, siempre con un saco de hielo para bajar la inflamación. Después de ese Mundial, de los nervios, la tensión, las lágrimas, Ronaldo y Susana se dieron un tiempo, pero la vida quiso que el delantero se enamorase de Milene Domingues y nueve meses después naciera Ronald.
Matrimonio años después
La Werner siguió su carrera en Rio de Janeiro y unos años después conoció a Julio César, portero del Flamengo, ahora del Inter y tercer guardameta de la selección brasileña en el Mundial. Se casó y ahora es mamá de una preciosa parejita.
Susana está siguiendo la Copa del Mundo desde Alemania, como el resto de mujeres de los jugadores, pero con una diferencia: ella ha alquilado una autocaravana para moverse por el país. Es un ´motorhome´, con capacidad para seis personas. Susana viaja con sus dos hijos, la babá (la niñera) y su cuñado. Julio César visita al autocaravana los días de fiesta y se mueve con los suyos orgulloso.
Susana explica que "sale más barato la autocaravana que un hotel, además no me veía viajando en avión con los niños". Está aparcada en un jardín del castillo que ha alquilado la revista del corazón ´Caras´ (que viene a ser como el ´Hola´ español) a unos cincuenta kilómetros del hotel de concentración de Brasil. Dispone de todas las comodidades de un apartamento pero con la ventaja que cuando se tienen que desplazar sólo debe poner en funcionamiento el navegador.
Acompaña los partidos envuelta en una bandera de Brasil y con esa sonrisa que casi nunca perdió. Sólo aquel día, en Saint Denis, cuando llorando contaba que a Ronaldo se lo habían llevado al hospital, que estaba mal. Ese día Susana no dejó de llorar. Estaba en la tribuna pero ella no quería seguir el partido, se le partía el alma.
Ocho años después, Susana está relajada, feliz. Difícilmente Julio César debute en esta Copa, no importa, Dida es un gran amigo de la familia. Como lo es Ronaldo. En el fondo ya pasaron ocho años.
fuente: http://www.elmundodeportivo.es/20060629/NOTICIA223331320.html
Susana está siguiendo la Copa del Mundo desde Alemania, como el resto de mujeres de los jugadores, pero con una diferencia: ella ha alquilado una autocaravana para moverse por el país. Es un ´motorhome´, con capacidad para seis personas. Susana viaja con sus dos hijos, la babá (la niñera) y su cuñado. Julio César visita al autocaravana los días de fiesta y se mueve con los suyos orgulloso.
Han pasado ocho años y Susana Werner sigue igual de estupenda. Ocho años y dos hijos, Cauet, de cinco años, y la pequeña Julia, de diez meses. La Susana Werner de ahora, aún actriz y modelo pero más aún empresaria, mantiene el físico, la sonrisa y la larga melena rubia de cuando la bautizaron como ´la Ronaldinha´: ella fue la primera novia oficial de Ronaldo.
Susana en el 98 organizaba la casa que Ronaldo alquiló en Ozoir la Ferriere, cerca del hotel de concentración. Allá pasaba el ´Fenómeno´ sus días de fiesta soportando esos tremendos dolores en la rodilla, siempre con un saco de hielo para bajar la inflamación. Después de ese Mundial, de los nervios, la tensión, las lágrimas, Ronaldo y Susana se dieron un tiempo, pero la vida quiso que el delantero se enamorase de Milene Domingues y nueve meses después naciera Ronald.
Matrimonio años después
La Werner siguió su carrera en Rio de Janeiro y unos años después conoció a Julio César, portero del Flamengo, ahora del Inter y tercer guardameta de la selección brasileña en el Mundial. Se casó y ahora es mamá de una preciosa parejita.
Susana está siguiendo la Copa del Mundo desde Alemania, como el resto de mujeres de los jugadores, pero con una diferencia: ella ha alquilado una autocaravana para moverse por el país. Es un ´motorhome´, con capacidad para seis personas. Susana viaja con sus dos hijos, la babá (la niñera) y su cuñado. Julio César visita al autocaravana los días de fiesta y se mueve con los suyos orgulloso.
Susana explica que "sale más barato la autocaravana que un hotel, además no me veía viajando en avión con los niños". Está aparcada en un jardín del castillo que ha alquilado la revista del corazón ´Caras´ (que viene a ser como el ´Hola´ español) a unos cincuenta kilómetros del hotel de concentración de Brasil. Dispone de todas las comodidades de un apartamento pero con la ventaja que cuando se tienen que desplazar sólo debe poner en funcionamiento el navegador.
Acompaña los partidos envuelta en una bandera de Brasil y con esa sonrisa que casi nunca perdió. Sólo aquel día, en Saint Denis, cuando llorando contaba que a Ronaldo se lo habían llevado al hospital, que estaba mal. Ese día Susana no dejó de llorar. Estaba en la tribuna pero ella no quería seguir el partido, se le partía el alma.
Ocho años después, Susana está relajada, feliz. Difícilmente Julio César debute en esta Copa, no importa, Dida es un gran amigo de la familia. Como lo es Ronaldo. En el fondo ya pasaron ocho años.
fuente: http://www.elmundodeportivo.es/20060629/NOTICIA223331320.html