Es que eso de compartir volante cambia muchísimo todo.
En lo de aguantar bien al volante, supongo que cada persona es diferente. Yo aguanto tiradas largas bastante bien (con paradas cada dos horas, más o menos), pero con un límite. En cambio, alternándonos al volante, ese límite aumenta espectacularmente. No creo que un 100%, pero sí más de un 50%, comprobado.
Este año ha sido el primero de rutear mucho, mucho, con la caravana. Unos 3500 km con la caravana, sin contar excursiones con el coche solo. Y conduciendo yo solo. Y sólo me ha parecido paliza una etapa en la que me comí 750 km (curiosamente es un recorrido que hice también de un tirón hace dos años y entonces no me sentí nada cansado, así que también influye el día; o la edad...

). El resto de etapas, de 500 km máximo, bien. Sin embargo, antes, cuando no llevaba caravana, alternando volante con mi mujer (ahora con la caravana no se atreve, aunque ya le he dicho que eso debe cambiar) hacíamos etapas de 1200 km sin problema. Porque, aparte de las correspondientes paradas, cuando conduce el otro no sólo descansas físicamente, sino sobre todo mentalmente. Que parece que no, pero ir pendiente de la carretera creo que es lo que más agota (y lo que más riesgo tiene cuando pierdes esa concentración por cansancio).