Capitán Pirata
hablador
El coche de mi esposa es un Mazda 6 2.0 Automático, con motor de gasolina, 147 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 184 Nm a 4.000 rpm, PMR c/freno 1.500 kg. Recientemente le montamos el enganche para disponer, en nuestros dos vehiculos tractores, de bola de remolque por si en alguna ocasión no pudiéramos utilizar mi coche.
Hoy hemos hecho el primer viaje con el Mazda tirando de la caravana, para probarlo. Hemos venido cerca de Valencia, a Oliva. La conclusión es que nuestra caravana es mucha caravana para este coche.
A continuación os expongo el porqué de esa conclusión. Vaya por delante que nuestra caravana, en la báscula de Bimbo en El Verger, ha registrado un peso de exactamente 1.500 kg
Salimos de Valencia, por la pista de Silla, en dirección a Oliva. Son más o menos 80 km totalmente por autopista con repechos muy pequeños: Cullera, Tavernes y la subida hasta el túnel de Gandía... tachuelas sin demasiada importancia. Al principio iba con el selector del cambio en la D, pero pronto me di cuenta de que no era la más adecuado, así que pasé a modo manual. En 4a el coche se comportaba mejor, 85 km/h (registrados en el TomTom) y 3.000 rpm. Al llegar al desvío donde se bifurca la autovía, bien para Albacete o para Alicante por la costa, hay un pequeño repechito para permitir el paso de una bifurcación, la de Alicante, sobre la otra, al rededor de 7 metros de subida en unos 200 metros. Tuve que bajar a 3a porque el coche "se moría". Sucedió lo mismo en los repechos anteriormente citados de Cullera, Tavernes y subida al túnel de Gandía. Hasta llegar a éste túnel, iba con el control de velocidad programado a 80 km/h; una vez atravesado el túnel, y debido a los frecuentes cambios de régimen de motor, decidí desactivar el control de velocidad y cambiar manualmente cuando el motor lo requería. Y así ya hasta el camping Olé en Oliva.
Llaneando, el coche va bien, no va sobrado, pero bien. Ahora bien, en los repechos se viene abajo... no quiero ni pensar lo que podría ser subir el portillo de Buñol. El consumo se ha disparado al doble: en un reciente viaje con el Mazda a Andorra, el consumo ida/vuelta, con el control de velocidad programado a 127 km/h en la AP7 y desde Valls hasta Andorra sin control de velocidad, fue de 7,8 l/100... hoy se ha ido hasta los 16 l/100.
Seguramente con nuestra anterior caravana, una Knaus 400 Fd con un peso "real" inferior a 1.200 kg, se comportaría mucho mejor y el consumo no sería tan exagerado, pero para los 1.500 kg actuales no es lo más adecuado, por más que legalmente pueda remolcarla.
Espero que esta experiencia sirva de información para los colegas que como remolcador tengan un gasolina y estén sopesando la compra, o el cambio, de una caravana.
Hoy hemos hecho el primer viaje con el Mazda tirando de la caravana, para probarlo. Hemos venido cerca de Valencia, a Oliva. La conclusión es que nuestra caravana es mucha caravana para este coche.
A continuación os expongo el porqué de esa conclusión. Vaya por delante que nuestra caravana, en la báscula de Bimbo en El Verger, ha registrado un peso de exactamente 1.500 kg
Salimos de Valencia, por la pista de Silla, en dirección a Oliva. Son más o menos 80 km totalmente por autopista con repechos muy pequeños: Cullera, Tavernes y la subida hasta el túnel de Gandía... tachuelas sin demasiada importancia. Al principio iba con el selector del cambio en la D, pero pronto me di cuenta de que no era la más adecuado, así que pasé a modo manual. En 4a el coche se comportaba mejor, 85 km/h (registrados en el TomTom) y 3.000 rpm. Al llegar al desvío donde se bifurca la autovía, bien para Albacete o para Alicante por la costa, hay un pequeño repechito para permitir el paso de una bifurcación, la de Alicante, sobre la otra, al rededor de 7 metros de subida en unos 200 metros. Tuve que bajar a 3a porque el coche "se moría". Sucedió lo mismo en los repechos anteriormente citados de Cullera, Tavernes y subida al túnel de Gandía. Hasta llegar a éste túnel, iba con el control de velocidad programado a 80 km/h; una vez atravesado el túnel, y debido a los frecuentes cambios de régimen de motor, decidí desactivar el control de velocidad y cambiar manualmente cuando el motor lo requería. Y así ya hasta el camping Olé en Oliva.
Llaneando, el coche va bien, no va sobrado, pero bien. Ahora bien, en los repechos se viene abajo... no quiero ni pensar lo que podría ser subir el portillo de Buñol. El consumo se ha disparado al doble: en un reciente viaje con el Mazda a Andorra, el consumo ida/vuelta, con el control de velocidad programado a 127 km/h en la AP7 y desde Valls hasta Andorra sin control de velocidad, fue de 7,8 l/100... hoy se ha ido hasta los 16 l/100.
Seguramente con nuestra anterior caravana, una Knaus 400 Fd con un peso "real" inferior a 1.200 kg, se comportaría mucho mejor y el consumo no sería tan exagerado, pero para los 1.500 kg actuales no es lo más adecuado, por más que legalmente pueda remolcarla.
Espero que esta experiencia sirva de información para los colegas que como remolcador tengan un gasolina y estén sopesando la compra, o el cambio, de una caravana.