Somos de Jerez de la Frontera. Después de varios años sin hacer el Camino, este año pedimos varios días de vacaciones y nos aventuramos para hacer el camino de ida y volver el lunes por la tarde. Ha sido un camino breve e inolvidable.
Fueron muchos los preparativos: preparar comidas, trajes de flamenca, tienda, colchones, organizar los coches,….
Salimos con nuestra Hermandad el miércoles por la mañana después de la misa de Romero en Santo Domingo. Momentos muy emotivos la salida del Simpecado y despedida de los familiares y amigos.
Mientras caminábamos por las calles de Jerez detrás de la carreta del Simpecado eran continuos los cantes por sevillanas acompañados de palmas por bulerías.
Salimos de Jerez camino de Sanlúcar de Barrameda, hacía muchísimo calor, e intentábamos sofocarlo con rebujito. Hicimos dos paradas en el camino, en el Barroso, dónde se rezó el Ángelus , y en Ventosilla , para el almuerzo.
Llegamos a Sanlúcar y nos sorprendió bastante no encontrar colas para llegar a la playa y embarcar para cruzar el Guadalquivir. Fue todo muy rápido, llegar y montarnos en la barcaza. Es preciosa la imagen que tienes de la playa cuando estás en ella.
A la otra orilla, la playa llena de coches y caballos emprendiendo su camino para adentrarse en el Coto de Doñana.
Hacía mucho viento, tanto que tenía que agarrarme la flor de la cabeza, ya que salía volando. Pero, como dice mi hijo, da igual el viento, ¡tenía tantas ganas de pisar esas arenas!
Llegamos a Marismillas y acampamos cerca de la carreta del Simpecado, los niños se llevan todo el tiempo yendo y viniendo a la carreta.
Desde el medio día, yo no me encontraba muy bien , pero todas estas emociones minimizaban todas las molestias estomacales que tenía.
Ya anocheciendo, me dolía toda la tripa, y mi marido se empeñaba en llevarme a que me viese el médico de la Hermandad.
Aquí empezó a acabarse mi Rocío, de ese médico al dispositivo del 061 que se monta en aquella zona y éste me dice que tienen que evacuarme , ya que cree que lo que tengo es una apendicitis. Entre llantos y lágrimas, tengo que despedirme de toda mi familia y mis hijos y a las 2 de la madrugada me evacuaron . Después de toda la noche de médicos, hospitales, el jueves a la 10 de la mañana me estaban operando de apendicitis.
Terminó pues mi peregrinar hacia el Rocío. Pero ya , recuperándome, empiezo a organizar para el próximo año.