Lucca es una ciudad no muy grande, con el centro urbano rodeado por murallas. El centro es prácticamente
peatonal y es muy recomendable – y divertido – recorrerlo en bicicleta. Nos volvemos a encontrar con un
fantástico duomo, en el mismo estilo que el de Pisa. Aquí empezamos a arrepentirnos de no haber cargado con
nuestras bicis para el viaje, porque la experiencia de este paseo es muy buena. Además, vemos en todas las
ciudades - y especialmente aquí en Lucca - que en Italia se utiliza muchísimo la bicicleta.
Área “Il Serchio” en Lucca.
Duomo de Lucca
De vuelta en “Il Serchio” hablamos con gente de Turín y de Ámsterdam. Esto de la autocaravana es una forma
genial de conocer gente y practicar idiomas.
A las 10 de la noche todo el mundo recoge y no se oye una mosca en el área. La verdad es que, con el
cansancio del día, a las 11 ya estás deseando dormir.
