Una escapada corta para conocer Navarra
Jornada 1 (Getafe – Morón de Almazán – Ágreda)
Jornada 2.‐ Ágreda – El Bocal – Olite – Tudela
Jornada 3.‐ Tudela – Bardenas Reales ‐ Sangüesa
Jornada 4.‐ Sangüesa – Sos del Rey Católico – Castillo de Javier – Monasterio de
Leyre
Jornada 5.‐ Foz de Lumbier ‐ Getafe
Andábamos detrás de hacer un viaje en autocaravana, después de haber hablado
con nuestro amigo Jose del tema, el tiene una hace varios años y el gusanillo empezaba a
picarnos sobre todo a mí. Así pues decidimos alquilar una y ponernos en manos de Jose y
su familia para hacer un viaje de prueba.
Jose se puso a trabajar y decidió ir a Navarra, estábamos de acuerdo y el trazó las
rutas y los lugares donde pernoctar.
Salimos el día 1 de Getafe después de comer sobre las 16:00 horas, y nuestra
primera parada fue Morón de Almazán un pequeño pueblecito de Soria con sabor a Castilla
profunda, una plaza grande soleada presidida por la Iglesia y el Ayuntamiento, no había
nadie por las calles dado el frio y la hora un poco intempestiva; paseamos por el centro del
pueblo y salimos dirección Ágreda, llegamos sobre las 19:00 horas y aparcamos a la
entrada en una calle amplia, nos dimos un buen paseo por el pueblo bastante animado por
cierto y sacamos fotos de diferentes lugares muy pintorescos, ya anochecido volvimos a las
autocaravanas para cenar y disponernos a pasar la noche.
Jornada 2 (Ágreda – El Bocal – Olite)
Jose y yo tomamos la costumbre de levantarnos temprano para sacar a Sedal y
Jacky, nos hemos dado una vuelta por el parque que está paralelo a nosotros, bastante
bonito y bien cuidado y hemos comprado el pan y uno bollos para desayunar, cuando
llegamos ya está el café hecho después del desayuno rumbo a El Bocal, inicio del Canal
Imperial de Aragón mandado construir por Carlos V, se ve rápido, aquí aprendo a vaciar las
agua grises, y acto seguido marcha a Olite, aparcamos en una calle adyacente a la Plaza
Mayor y próximos al castillo, Olite es una población a la sombra de su castillo maravilloso
quizá el único con sus torres coronadas por tejados cónicos en negro que haya en España
es visitable y aconsejable el hacerlo, merece realmente la pena; la Plaza está muy animada,
el tiempo acompaña y hay muchas terrazas todas llenas de gente tomando un refrigerio.
Buscamos un lugar para comer y después camino de Tudela.