El Jacobeo en Autocaravana

Pero antes entramos en la catedral donde la verdad no había muchos peregrinos pero la entrada al pórtico de la gloria estaba vetado, y yo tenía muchas ganas de verlo después de haberlos restaurada su original policromía Ademástenía interés de saber si las dos estatuas del pórtico que habían estado en el Pazo de Meiras habían vuelto a su sitio Al día siguiente el grupo comenzó a despedirse para regresar a sus respectivas poblaciones, nosotros nos quedamos y bajamos a Santiago para obtener la Compostelana, despistados dimos un gran paseo por el Centro histórico hasta que nos enteramos donde se obtenía la Compostelana Tenias que rellenar un formulario, sin bolígrafo esperamos hasta que nos dejaron uno Entrando había una ordenanza que te indicaba que bajaras para dar tu nombre y te daban un orden numérico. Había que bajar una escalera y el lugar estaba en el quinto pino, volvías a subir al pasillo donde estaba la señora y la acumulación de peregrinos que esperaban ,y cuando te llegaba el turno, una vez en la fila en voz alta decían tu numero, entrabas a un espacioso lugar con varias ventanillas donde los funcionarios te daban la compostelana después de ver que enseñabas la cartilla con los sellos de los lugares donde habías pasado, nos atendióuna señorita encantadora, porque teníamos que haber cogido dos números y Enrique solo había pedido uno Lloviendo a cantaros entramos en un restaurante modestísimo frente al lugar donde se expedían las compostelanas. Con la suerte de que había una mesa libre para dos Menú turístico, cada plato costaba 15 euros fuera del menú, y el propietario estaba que se subía por las paredes porque en dos lugares del comedor diferentes había en unas mesas varios franceses varones y en el otro lado las respectivas parejas femeninas, que al parecer habían terminad de comer más de hora y media, el dueño nos lo comentó y no se levantaban y dejaban la mesas libres, habiendo una gran cola de personas esperando

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