

Y nos fuimos a comer a un restaurante del centro de Konjic, donde nos reímos hasta
la saciedad, porque Antonio por todos sitios le sirven los cevapi característicos de
cocina Bosnia y el pobre estaba ya hasta el gorro de cevapi
Por la carretera nos encontramos el complejo religioso de Podmilacje, donde
llenamos agua, vaciamos y tomamos café, y un monje me regaló un imán, no quiso
cobrármelo y seguimos hasta Mostar
Salimos juntos de Sarajevo, las otras dos autocaranas fueron
,