

Tenía preparados unos destinos para dormir pero no nos
gustaron, así es que continuamos hacia Tromsø y subimos
una montaña y arriba nos encontramos con un mirador con
unas vistas de ensueño y un frio glaciar, en el que podría-
mos dormir, pero no puede ser porque está con mucha
pendiente. Es el sitio más maravilloso para dormir que he
visto en mi vida.
Museo rupestre de Alta
37