Marruecos, reino de los mil reinos
Hoy hace solecito, ¡gracias a Dios¡ y me encuentro muchísimo mejor, vamos hacia Tafraoute
por una carretera que va alzándose en las montañas poco a poco, bastante solitario pero
hermosa un desfiladero de cultivos y palmeras, hasta llegar a la subida más fuerte, donde la
carretera se estrecha y se domina un paisaje maravilloso
Desde Agadir a Tiznit y por esta región, se encuentran los cactus Drago, que no son iguales a
los que hay por Ouzud, este cactus se llama Cardon resinoso, que es natural de Marruecos y es
mas picante que la capsicina, esta toxina es mortal para las neuronas responsables de generar
el dolor y que produce un alivio definitivo, se hizo un estudio en 1995
Se venden secos, si os fijáis lo veréis que lo venden al peso en algunos lugares, hay personas
que esta zona del Sur de Agadir la llaman el Valle de los cactus, pero es una región que se
extiende no solo por un valle, sino por una extensa zona
Dentro de unos años supongo que le ocurrirá como a la Argania, que hace años se despreciaba
y hoy es estrella de la cosmética, a nivel mundial, y dentro de unos años se formaran
cooperativas para comercializar estos cactus
Llegamos a Tafraoute la ciudad rosa, rodeada de un espectacular paisaje de raras piedras,
donde algunas se sustentan solo por unos centímetros, famosa por su museum de almendros,
por cierto, ya había algunos en flor, han crecido los camping como setas, desde aquel camping
llamado Granite, ahora, hay los menos 5 o 6, muy cómodos, el más famoso el Tazka por
encontrarse cerca del la famosa gacela que se encuentra próxima caminando unos 5 minutos
Esta zona tiene muchas posibilidades, es una zona espectacular geológicamente hablando
porque la intensidad de la erosión del agua hace que esta zona sea rica en formaciones
rocosas, como el llamado sombrero de Napoleón en la Kabila de Aguerd Oudad a unos 3
kilómetros de Tafraoute
La ciudad si no fuera por sus alrededores y sus formaciones rocosas no merecería la pena
internarse por estas carreteras del Anti Atlas
A las afueras de Tafraoute el artista belga Jean Veran, estuvo una gran temporada por estos
lares concretamente en 1984, se le ocurrió la idea de pintar las piedras, para ello utilizo 18
toneladas de pintura de colores y fue ayudado por los bomberos y bajo el auspicio de Hassan