Marruecos, reino de los mil reinos
Nos volvemos tranquilitos y en el camino cogemos unos cactus que forman conos, para
plantarlos en mi casa de Melilla, por el camino vemos un cerrajero que tenía en la puerta del
taller" obras de arte para coches" según Enrique, guardabarros ,defensas de 4x4 y muchas
tonterías de esas que le vuelven locos a los varones, en resumidas cuentas que se compró y le
hicieron un paragolpes para la parte trasera de loa Ac y hasta se lo pintaron precioso, queda
pendiente no se qué otra cosa ,para cuando volvamos a Marraquech ,acercarnos a ese lugar
que he cogido las coordenadas para pernoctar
Por la tarde nos vamos a pasear por el palmeral, que hacía años que no nos dábamos un
garbeito, tan romanticón, y otro berrinche, los palmerales están aquejados de epidemias que
se están cargando los palmerales y tampoco son lo que eran, aunque continúe la leyenda de
que en un asedio, sirvió para que los asaltantes llevaran dátiles para comer y al clavar las
gumías en el suelo, caían los huesos y asi nacieron las palmeras
Después otro paseíto a la Menara, el palacio que se construyó para la favorita del sultán y
otros muchos sultanes que lo utilizaban de picadero
Dos clases de chumbos