

Nada masificada, tal vez por el tiempo que está haciendo, pero la verdad es que
hasta el momento, lo único masificado que hemos visto en Eslovenia ha sido Bled, y
en menor medida, la costa.
Paseamos por sus calles adoquinadas (peatonales en todo el centro histórico) y
subimos hasta el castillo, como no, en lo alto de una colina que domina la ciudad
(entradas: 6 € / adulto + 3 € niño = 9 €). Es una visita obligatoria si visitamos Ptuj.
El castillo es bonito y en su interior encontramos una exposición de armaduras y
armamento medieval, salas con el mobiliario original y diversas exposiciones. Y por
supuesto, unas vistas excepcionales de la ciudad.
Ptuj desde el castillo. En primer término el campanario de la antigua catedral de San Jorge.
También nos acercamos hasta el convento dominicano, aunque no entramos.
Comemos en un
Food Truck
de comida cubana que encontramos buscando un
cajero, en la plaza
Novi trg
, detrás de la antigua catedral de San Jorge. Uno de los
dos chicos que atiende habla español, aunque por su acento no parece cubano ni