

latino. Dos
chaletas
de pollo muy ricas de tamaño gigante, patatas fritas y una
cerveza Sol = 14,70 €. Tras la comida, nos sentamos en la terraza de un café cercano
y me tomo un cortado y mi hijo una fanta.
Luego nos volvemos a Maribor. Como aún no son las 5 de la tarde y hace buen
tiempo (eso no quiere decir que luzca el sol, simplemente no llueve) cogemos las
bicis y vamos a comprobar el famoso carril bici hasta el centro de la ciudad.
Efectivamente, el carril bici nos lleva hasta el mismo centro del casco antiguo. Al
principio es solo una acera compartida con los peatones, pero al cabo de unos cientos
de metros se convierte en un auténtico carril bici pintado de rojo, con sus semáforos
y todo.
El carril bici que nos lleva al centro de Maribor.
Desde el camping son unos buenos 5 km, llanos y sin ninguna dificultad, salvo que
debemos cruzar muchas calles y carreteras con mucho tráfico. Pero cero problemas,
aquí los conductores están muy concienciados con los ciclistas y SIEMPRE nos ceden
el paso. En los semáforos, además de las típicas figuras del peatón, aparecen las de
las bicicletas. Por cierto, no recuerdo haber escuchado ni un claxon desde que
estamos en Eslovenia.
En el centro de la ciudad, damos unas vueltas por sus calles peatonales, y nos
plantamos en la bonita Plaza Mayor (
Glavni Trg
). Ha sido un primer contacto con la
ciudad. Ahora ya sabemos el camino, mañana volveremos y visitaremos la ciudad
más detallada y tranquilamente.