Bernkastel – Kues, Raslsbader Platz. Foto © Ana
La lluvia siempre nos está siguiendo, cae un chaparrón, para y vuelve a
aparecer, la verdad es que es algo molesta pero yo estoy seguro que mucha
de la belleza de estos pueblos se aprecia mejor con lluvia, en una ocasión un
amigo me preguntó si había visto Santiago de Compostela, le dije que sí y
que además nos había hecho un tiempo fabuloso, me contestó: No has visto
bien Santiago, si no llueve la piedra no ofrece su verdadero color. Pues yo
estoy seguro que aquí ocurre lo mismo, y si no es así, es la única manera de
encontrarle la gracia a semejante locura de tiempo.