Konstanz, Camping Rhin Mosel, Foto © Ana
Nuestro primer contacto con la Selva Negra es Gengenbach, el pueblo
nos ha dejado sorprendidos, si los que hemos visto en el Valle del Mosela
eran verdaderas estampas, este es un libro de cuentos hecho realidad, solo
tienes que ir pasando hojas e inventar vuestra propia historia, justo cuando
entras por una de las puertas de acceso a la ciudad ya has cambiado de
mundo, ahora las sensaciones son distintas, la belleza inunda el paisaje y los
ojos no saben a qué lado mirar, el color fluye por doquier, pero no
anárquicamente, está perfectamente combinado, no hay nada que
desentone, las flores que acompañan la paleta de colores encajan
perfectamente en la gama de colorido de la fachada de las casas.