Triberg, Tienda de los 1000 relojes. Foto © Ana
No solo venden relojes de cucú, los hay desde plástico hasta digitales
y de pulsera, y en un anexo a la tienda tienes vino, jarras de cerveza y
multitud de artículos de recuerdo de todos los precios y colores.
La ciudad es agradable de pasear si no fuera por la lluvia fiel
compañera de viaje, que no nos falla nunca, bien por la mañana, bien por la
tarde o incluso todo el día, pero en honor a la verdad, no es tan intensa
como para no poder sobrellevarla con un chubasquero o un simple paraguas,
incluso el clima es agradable, pues la temperatura es suave y hace más
llevadero el paseo bajo la lluvia.