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Sábado, 30/07/11
Por fin llegó el día.
Como mandan los cánones en
nuestra familia, partimos de
viaje
después
del
gran
madrugón, véase las 4.30 AM,
para poder iniciar la operación
salida, con el mayor éxito
posible.
Desayunamos y una vez
preparados los últimos detalles
pendientes, enganchamos la
caravana y salimos rumbo a
Lyon, primer asalto.
El viaje transcurre con relativa
y extraña tranquilidad para las fechas que estamos, hasta llegar aproximadamente a
Montpellier.
Pero nuestra tranquilidad empezaba a tambalearse. Aún no sabíamos la sorpresa que nos iba a
deparar el día.
De repente, en la autopista un coche nos adelanta haciéndonos unas señas extrañas, que
inicialmente no entendemos. Pocos metros más adelante nos “invita” a detenernos en el
arcén.
Resulta ser que una de nuestras claraboyas había salido volando literalmente, y había ido a
impactar desgraciadamente al frontal de su coche, razón por la cual, nos vimos obligados a
hacer un parte de accidente, con la peculiaridad de que eran suizos, y el parte estaba en
alemán.
Con nuestra máxima calma después del susto, rellenamos el parte entre cierta hostilidad, y
continuamos la marcha con gran preocupación, y un agujero abierto al espacio exterior en
nuestra caravana.
Nuestra prioridad era tapar el agujero lo antes posible, ya que después de llamar al
concesionario, nos dimos cuenta de que debíamos buscarnos la vida para tapar el agujero,
porque ellos se lavaban las manos.
Pero ahí es donde entra McGiver, apañando una cubierta con un trozo de hule que teníamos
por allí, para poder continuar la marcha, visto que el día se había torcido un poco, y los
tiempos se nos habían descuadrado, decidimos parar
a comer en una de la repletas áreas de descanso de
la autopista, dado que era la hora punta.
El trayecto hasta Lyon continúa con abundantes
retenciones, con lo que nuestra previsión inicial de
llegar a comer al camping se va al garete.
Llegamos con ciertas dificultades de localización
sobre las 18,30 PM, tiempo justo para instalarnos en
el Indigo camping, darse un chapuzón los niños y