Se observa desde allí hacia el oeste, Sierra Aguda y la
llamada Cabeza del Conde.
Una vez hidratados, continuamos la marcha con una
progresiva pero fácil subida (las vías de ferrocarril no ofrecían
subidas importantes) salvando el río Ollegoso, en un paisaje
granítico, por un esbelto viaducto.
A pocos kilómetros aparece frente a nosotros la estación de
Aldeanueva de Barbarroya , nos imaginamos lo que debería haber
sido y no fue en un pasado, por su diseño y su extensión con sus
edificios anexos, hoy tristemente convertidos en ruinas grafiteadas
y con basura por doquier.
Desde aquí y después de pasar otro túnel, comienza una
suave bajada cambiando totalmente el paisaje, ahora nos
internamos en un importante sector de monte mediterráneo,
surcado por el río Tajo, majestuoso a nuestra izquierda, fluyendo
apacible y lentamente sus aguas hasta el embalse de Azutan .
Un atrevido viaducto lo salva ofreciéndonos una vista
extensísima de sus meandros y flora ribereña, para seguidamente
y después de cruzar otro par de túneles desembocar en quizás las
mas emblemáticas fincas de la ruta, una la llamada Casa del
Carpio, donde el río Gevalo confluye con el Tajo y a causa del
embalsamiento del Azutan, presenta una extensión de aguas
someras propicias para la observación de aves. Entre ellas, colonias
importantes de garcillas, martinetes, anátidas diversas , garzas
reales, gaviotas e incluso alguna águila pescadora.
Los riberos están cubiertos por bosquetes de tarayes y
masegares que le dan un toque más mágico aún.
Otra es la Dehesa del Arco, importante finca de caza mayor,
propiedad del fallecido presidente del Atlético de Madrid D. Jesús
Gil, que nos ofrece la observación de venados, corzos y exóticos y
mal introducidos muflones.
Aquí os recomendamos una parada en la fuente de la
Garrapata, con excelente agua a la que se acercan a beber sin
mucha desconfianza los citados mamíferos.