Paramos
a
comer junto a una
fuente sulfurosa (el
agua olía a huevos
podridos) que según
nos comentaron era
buena para la reuma y
la artrosis, nosotros no
la probamos por lo
que no podemos decir
si era buena o no.
Continuamos camino hacia el Col D´Aspin, otro hito importante del tour, donde
paramos para gozar de sus buenas vistas. Por una estrecha carretera bajamos a la bella
localidad de Arreau. Este pequeño y encantador pueblo está situado en la confluencia de
dos ríos y para visitarlo tiene una ruta en la que por medio de paneles explica sus
principales puntos de interés. Nos gustó mucho y su visita es muy recomendable.
De vuelta al cámping, poco antes de
llegar a La Mongie, paramos para ver dos
cascadas situadas a poca distancia (entre 5
y 10´ andando) situadas una a cada lado de
la carretera (cascadas de Geret). En la cima
del Tourmalet nos sacamos unas fotos con
la estatua del ciclista que con las prisas de
la mañana no nos las habíamos sacado.