

Ruta de los cuentos de los hermanos Grimm |
103
“Nadie será mi esposa excepto aquella en la que cuyo pie encaje en este zapato de oro.”
Las dos hermanas se entusiasmaron al escuchar esto porque ellas tenían unos pies bonitos. Con
la madre a su lado, la mayor se llevó el zapato a su habitación para probárselo. No podía meter
su pie dentro, el zapato era demasiado pequeño para ella.
Entonces su madre le dio un
cuchillo y le dijo
:
“
Córtate el dedo, cuando tú seas
reina no tendrás que volver a
caminar
“.
La chica se cortó el dedo, forzó el pie,
lo metió dentro del zapato, aguantó el
dolor y salió a ver al príncipe
. La
subió a su caballo con él como su
novia y se fueron juntos. Sin embargo,
al pasar por el avellano, dos palomas
comenzaron a gritar:
Hay sangre en el zapato. El zapato
está demasiado apretado,
¡La novia
no es la correcta!
Entonces miró su pié y vio cómo la
sangre corría por él. Se giró con su
caballo y llevó a la novia equivocada
de vuelta a casa, diciendo que ella no
era la correcta y que otra hermana
debería probarse el zapato. La otra
hermana fue a su habitación y metió
los dedos perfectamente, pero su talón
era demasiado grande.
Entonces su
madre le dio un cuchillo y le dijo:
“Córtate un trozo del talón, cuando
tú seas reina no tendrás que volver a caminar”.
La chica se cortó un trozo de su talón, forzó el pie dentro del zapato, aguantando el dolor y
salió a ver al príncipe.
La subió a su caballo con él como su novia y se fueron juntos. Sin
embargo, al pasar por el avellano, las dos palomas comenzaron a gritar de nuevo:
Hay sangre en el zapato. El zapato está demasiado apretado,
¡La novia no es la correcta!