

Ruta de los cuentos de los hermanos Grimm |
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El 26 de junio, volvió a Hamelín disfrazado de cazador con mala pinta llevando un sombrero rojo y extraño.
Hizo sonar otra vez la flauta en los callejones mientras que todo el mundo estaba reunido en la iglesia.
Esta vez, no fueron los ratones y ratas que acudieron sino niños, chicos y chicas, de cuatro años y más. El
flautista les condujo tocando por la puerta
del este hacia un monte en le cual
desapareció con ellos para siempre.
Sólo dos niños volvieron por haberse
retardado; pero uno de ellos, siendo ciego,
no podía mostrar el sitio, y el otro era mudo
así que no podía contar nada. Un niño había
vuelto para buscar su chaqueta y así se
escapó del infortunio. Unos dicen que los
niños han sido conducidos en una caverna y
que han salido de allí en Transilvana. En todo, fueron 130 niños que perecieron.