

Seguimos recorriendo el campo y llegamos al fondo donde han
construido tres altares en memoria de las victimas, uno para cada
religión, católica, protestante y judia.
Detrás, junto a lo que en su día fué una granja de conejos y el lugar
donde se obligaba a las presas a prostituirse, hay un convento de
monjas, que también se puede visitar. No lo hacemos.
Y nos dirigimos a la zona mas macabra. Las cámaras de gas y los
hornos crematorios.
Salimos del campo en silencio, con el cuerpo del revés, incapaces de
comprender como el ser humano es capaz de cometer semejantes
atrocidades.
Llegamos bastante rápido y sin tráfico a la siguiente visita.
Olympiapark.
La zona donde estaban buena parte de las sedes de los deportes mas
importantes, así como la torre de comunicaciones, durante los juegos
olímpicos que se celebraron en Munich en 1972.
Olympiapark