

Como no hemos podido visitar el castillo, nos sobra algo de tiempo
antes de que anochezca y decidimos acercarnos a alguno de los
típicos pueblecitos alsacianos.
Vemos que el que tenemos mas cerca es Bergheim, y sin perder un
minuto nos dirigimos hacia allí.
Bergheim
Al cruzar la puerta, nos recibe un pueblo completamente en calma. Se
respira tranquilidad. Nos sorprende.
Hemos visto otros pueblos muy bonitos, . Gengenbach, Silstach,
…
Obernai, .., pero en todos ellos se respira una ambiente mas
…
comercial, mas dedicado a sacarle provecho al turismo. Aquí no, aquí
la apariencia es de un lugar tranquilo, en el que se mueven solo sus
vecinos, donde casi no hay tiendas de souvenirs. Nos encanta.
Apuramos las últimas luces del día callejeando por Bergheim,
relajados y disfrutando sin prisas de sus casas de colores y el olor de
sus chimeneas.
Y en esas descubrimos que en Bergheim tambien tienen a su Vieja del
Visillo.