Os cuento mi caso: mi ilusión de toda la vida era la autocaravana, después de haber tenido de joven una camper, etc. y por fin compramos una AC el año pasado pensando que le íbamos a sacar mucho rendimiento y viajar libremente por todos lados. La realidad ha sido que no hemos viajada tanto, a mi mujer le encanta el camping y mi hija de 3 años se lo pasa pipa, yo soy bastante aventurero y me encanta la AC, pero la realidad es que no hemos salido tanto, a mi mujer le da miedo dormir en cualquier lado porque no se siente segura (y por la cría, claro), le encanta el camping, pero eso, el camping, con su parcelita, sus piscinas, canchas y demás servicios. Nosotros hemos estado muy estáticos, y la AC no es para eso. Además, aunque la CV también tenga seguro, etc., no deja de ser un remolque y la AC un vehículo (para lo bueno y para lo malo), con sus mantenimientos obligatorios, posibles averías, seguro más caro, etc. pero lo bueno es que puedes dejarla debajo de casa. La CV tiene mucho menos mantenimiento que un vehículo, solo por el hecho de ser un remolque, pero necesitas donde guardarla, etc. Nosotros hemos decidido vender la AC y comprar una CV para poder estar en camping pero poder disponer de coche (y una CV te aguantará, si la cuidas bien, 20, 30, 40 años o hasta que te aburras, cosa que la AC, por desgracia, no tanto, y menos aún para hacer viajes largos por Europa con garantías). Espero haberte ayudado y no haberte liado más. Lo mejor que puedes hacer: pensar muy muy muy friamente qué uso le vas a dar y cuánto la vas a usar; pros y contras de cada una de ellas y decidir. El desembolso, desde luego, nada que ver... Un saludo y suerte con la decisión!