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La Mere Poulard
Una vez hechas las últimas compras de rigor, y con el apetito llamando a la puerta, damos por
finalizada la visita. La próxima vez que volvamos será para ver la abadía por dentro, es una buena
excusa para el retorno, ¿no?
Con menos tráfico que esta mañana conseguimos salir del parking sin ningún problema. Son las
13:15h y vamos en busca del área de Camping Car que hay en tierra firme; nada más dejar la
concurrida carretera de acceso al monte, encontramos rápidamente el área.
El recepcionista habla algo de español con lo cual nos entendemos medianamente bien. El precio por
noche son 8€ e incluye una parcela, en la que caben dos autocaravanas holgadamente, vaciado y
llenado de depósitos, electricidad, WC y posibilidad de lavar la ropa si se desea. No tiene duchas. Está
todo muy ordenado y limpio y la situación, por si deseáramos volver al Mont Saint-Michel, es excelente,
lo tenemos a 10’ andando.
Una vez instalados en la enorme parcela, sacamos toldo, mesa y sillas y damos buena cuenta de una
excelente comida que magistralmente prepara Inma. Es nuestra primera visita a un “Camping” (al
menos el área es lo más parecido a éste) y para inmortalizar la “hazaña” nos hacemos unas fotos en
plena degustación de viandas españolas. Frente a nosotros, un matrimonio de jubilados alemanes está
haciendo una “humeante” barbacoa de carne. El humo de sus chuletas y salchichas inunda todo el
Camping Car. Con un pequeño melón comprado en Vannes, damos por finalizada la jornada
gastronómica.
