La economía no es una ciencia exacta, ni mucho menos, pero esto sólo es una de las posibilidades. Evidentemente no funciona si por precios bajos entendemos "los precios chinos", por decirlo así, pero con precios razonablemente bajos se pueden mantener sueldos altos. De hecho, Estados Unidos es un buen ejemplo (y en Europa también los hay, pero éste quizás es más claro): precios igual o ligeramente más bajos que aquí para prácticamente todo, y sueldos mucho más altos. Ya sé que a esos sueldos luego les tienes que quitar los gastos de seguro médico, etc, pero aún así el neto final comparable es bastante superior al nuestro, sobre todo en trabajos cualificados.
¿Por qué? Porque también se demuestra (lo cachondo es que en economía a menudo se demuestra una cosa y la contraria...

) que con mayores sueldos se favorece la circulación de dinero, se favorece el consumo, y florece la economía. Al final, todos beneficiados.
Hay experimentos económicos curiosos, con grupos, en los que se les dan unos vales para canjear entre ellos por ciertos servicios (en el ensayo, cuidado de hijos, canguros, para un grupo formado por parejas). Se les reparte a todos una cantidad de vales por igual. Pues bien, el resultado si se reparten pocos vales (sueldo bajo) es que la gente los reserva ("ahorra") por si un día los necesita de verdad. En consecuencia, apenas salen por ahí (gastarían los vales; no mueven la economía) y encima los canguros están ociosos todo el día (se genera paro). Si aumentan la cantidad de vales repartidos (suben los sueldos), la gente ya no tiene miedo a gastarlos, empiezan a fluir, los canguros tienen trabajo, y además la gente sale más por ahí (y gastan).
Con lo cual, según este experimento, con los recortes de sueldos y demás la economía termina yendo a peor. Y más de un economista (algún Premio Nobel, por más señas), achaca a estas políticas de austeridad la larguísima crisis sufrida en Europa.
Disculpad la disgresión, pero es que me jode bastante esa extendida idea neoliberal de que para levantar la economía hay que apretarse el bolsillo y/o subir los precios (a menudo, ambos a la vez), cuando en otras sociedades se ve cómo funciona justamente lo contrario (y cuando prestigiosos economistas como Paul Krugman no paran de repetirlo...).