mohicano
hablador
Cuando señalaba mi admiración por Chicote no me refería a su faceta culinaria, que también, sino a cómo se presenta personalmente, la importancia que le da a la relación entre las personas, a resaltar lo positivo sin cortarse un pelo en incidir en que se busque la excelencia y la importancia del esfuerzo.
Abraza y da siempre una segunda oportunidad, en fin, seguramente Chicote esté dirigido por algún experto en inteligencia emocional, pero recuerdo una entrevista en la que él se mostraba igual y defendía esa línea de trabajo de creer en lo tuyo y ser un buen capitán para que tus colaboradores te sigan porque se impregnen y compartan tu visión, dando ejemplo, no rodeándote de subordinados que obedezcan sin pasión.
En la mayoría de casos demuestra (para una sola cena, luego es fácil que se vayan a pique los restaurantes por falta de materia prima humana) que la actitud es más importante que la aptitud, y valora y defiende el arrope familiar en muchos casos.
A mí me parece un campista genial, como la mayoría de vosotros, qué ostias
Abraza y da siempre una segunda oportunidad, en fin, seguramente Chicote esté dirigido por algún experto en inteligencia emocional, pero recuerdo una entrevista en la que él se mostraba igual y defendía esa línea de trabajo de creer en lo tuyo y ser un buen capitán para que tus colaboradores te sigan porque se impregnen y compartan tu visión, dando ejemplo, no rodeándote de subordinados que obedezcan sin pasión.
En la mayoría de casos demuestra (para una sola cena, luego es fácil que se vayan a pique los restaurantes por falta de materia prima humana) que la actitud es más importante que la aptitud, y valora y defiende el arrope familiar en muchos casos.
A mí me parece un campista genial, como la mayoría de vosotros, qué ostias
fuimos a buscar la Otsein, para el que no lo sepa, era una marca de lavadoras (no recuerdo que tuviera otra cosa) y encontramos un local cerrado y sin carteles, como era pronto nos fuimos a un bar que estaba al lado, a esperar, por si era que aún no había abierto, entramos dispuestos a sentarnos en la barra y el camarero vino a atendernos, fue entonces cuando vimos que encima de la barra correteaban dos cucarachas que el señor apartó con un hábil manotazo... "¿que querían?" "no, nada, preguntar si esto de aquí al lado es la Otsein..." no recuerdo si nos dijo que si o que no, pero nos fuimos a otro a esperar... Si entramos cinco minutos después, pues allí nos hubiéramos quedado 
... hace unos años tuve un restaurante con un socio. Fue una experiencia muy bonita pero muy sufrida ... de mucho trabajo. 