Sí, ya veo, reservar tiene sus pros y sus contras. Si reservas te aseguras que vas a tener sitio, y un sitio que no huele a cacas, jejeje, pero también te atas y comprometes, perdiendo un poco el espíritu aventurero, la improvisación y el hacer en cada momento lo que te apetezca, situación reservada al periodo vacacional.
La
improvisación absoluta o la "libertad" completa ... pienso que fueron (más o menos) posibles en buenas condiciones, al menos en Francia, hasta hará unos diez años. Estaba ligado a la existencia de muchos campings más simples, de calidad, y a una cierta escala humana (formales e informales). Accesibles. Que están desapareciendo reemplazados por estructuras grandes y pesadas, con muchos servicios no solicitados. Ni tampoco necesarios a una cierta idea del camping... y de su
libertad.
Esa "libertad" en mi opinión, implica que nosotros no perdamos en calidad. Una norma ("Gîtes de France", por ejemplo, hasta no hace mucho) implicaba la existencia de un máximo de 25 parcelas de un mínimo de 300 m2 cada una, para beneficiar del label. Era, y es, esencialmente, más o menos el tipo de camping que nosotros utilizamos. Pero como cada vez son más raros, estamos obligados a organizarnos un poco más. Para preservar una calidad de vacaciones a la que no estamos dispuestos a ceder demasiado.

El
"espíritu aventurero" me parece ligeramente contradictorio con un camping con horarios impuestos, barrera en la entrada, guardias, actividades internas y rejas alrededor (exagero apenas)... Evidentemente, todo lo que digo no es sino nuestra opción. Y opinión. La libertad implica que la opción de la que hablo, que este tipo de concepción de vacaciones puedan seguir existiendo.
Coexistiendo.
Saludos
PS. Insisto en que hablo de Francia. En materia de camping no conozco gran cosa a la realidad española.