Confieso que en un principio la idea de la Karavana, con K, me decepcionó. Pero poco a poco la he ido asimilando, y ahora empiezo estar encantado. Me parece genial. Efectivamente, hace falta poner en valor un concepto como este, fresco, actual, sostenible, 100% ecológico y por supuesto, personas comprometidas que lo materialicen. Además que sea gente seria y legal, con ganas. Y para eso es necesario, efectivamente, asociarse y darle forma jurídica, unos estatutos, unos órganos de dirección, etc… Y hacer las cosas bien desde el principio.
El concepto de karavana está muy bien, porque realmente se ven cosas que dan pena. Viendo el folleto se explica perfectamente en lo que consiste y que hay varios niveles de autonomía. Así que lo primero debería ser certificar y garantizar que cada karavana cumple con los requisitos necesarios para ser tenida como tal. Se debe anotar en la ficha técnica que ha pasado la correspondiente verificación y cumple con los requisitos técnicos para acceder a la categoría de karavana y disfrutar de los muchos beneficios que tal homologación proporcionará. Con rigor, para que nadie nos pueda acusar de nada. Para evitar fraudes y manipulaciones, una vez homologada cada Karavana, tendrá que verificarse periódicamente que mantiene los requisitos que sirvieron para reconocerla como tal y que su propietario cumple con el mantenimiento adecuado. Puede tener un depósito de grises, pero si por rotura, manipulación o falta de mantenimiento pierde agua y va vertiendo, es como si no tuviera nada. Seriedad.
A la vista del folleto, y como hay varios tipos de karavana en función de su autonomía, en el momento de su homologación se le asignará un distintivo ecológico con un código por colores, que determinará a que lugares puede acceder cada karavana y en qué condiciones. Un sistema similar al que se está haciendo con los coches.
Esto al principio puede parecer complicado, pero como la fórmula será un éxito, los fabricantes se irán encargando de las homologaciones y las karavanas saldrán con etiqueta ecológica en un breve plazo de tiempo.
Finalmente y como de nada serviría tener una karavana si su usuario no tiene una mínima competencia en el conocimiento de las buenas prácticas medioambientales (eso tiraría por tierra el trabajo y la imagen de todo el Kolectivo), será exigible una capacitación, impartida en un centro reglado y homologado y la superación de un examen que certifique que el propietario tiene los conocimientos suficientes. Se estudiará si se implanta un sistema de puntos, para sancionar las posibles infracciones medioambientales en que pudieran incurrir los karavanistas.
Con esto estaríamos garantizando a la sociedad en general y a la administración nuestro compromiso ambiental y la sostenibilidad del turismo itinerante que queremos practicar en libertad.
Lógicamente, esto tiene unas contraprestaciones y ventajas:
-La DGT reconocerá el derecho de los karavanas a estacionar 48 horas en los lugares habilitados de la vía pública.
-Las karavanas podrán acampar en campings y áreas de pernocta de autocaravanas de Andalucía en igualdad de derechos con el resto de usuarios.
-La karavanas podrán hacer uso de áreas de servicio y descanso.
-Y otras medidas que poco a poco se podrán incorporar, como acceder a aparkamientos, guardakaranas e incluso disfrutar de kampings.
-La Asociación negociará con los ayuntamientos el establecimiento de bonoficaciones en la tasa de basuras y alcantarillado de los vehículos-vivienda, que podrán llegar a considerarse exentos, en el caso de las karavanas con distintivo ecológico de mayor categoría.
Me precipité sí. Es necesario presionar a la administración para que reconozca esta nueva categoría y la regule y legalice cuanto antes para que podamos disfrutar libremente de nuestra afición.
Y al que no le guste, que siga disfrutando de su caravana, como siempre. Pero por favor no critiquéis. Necesitamos unión y gente que se mueva y luche por tod@s, con seriedad. Y con las leyes en la mano. Como debe ser.
¡La karavana moooola!