Por la tarde nos dirigimos a Annecy. Antes de comenzar la visita alquilamos un
barco que se podía conducir sin permiso, una gozada, todos haciendo de pilotos...
Dimos así una pequeña vuelta al lago. Tras el paseo en barco comenzamos el paseo por
la ciudad: primero visitamos sus parques, y su famoso puente junto al canal para
dirigirnos luego a la parte con más
tiendas. A nuestras mujeres les
gustaba todo, aunque hay que
reconocer que había cosas muy
bonitas... menos mal que tuvimos
“tiempo” para tomar una cerveza
sentados... Al anochecer regresamos
al camping.