

iglesia luterana que está cerca de LAPPIA-TALO, no
pasamos de la puerta pues estaban llegando los fieles,
muy arreglados y la joven sacerdotisa nos informó que
iban a celebrar Confirmaciones. Así dimos por terminada
nuestra visita a Rovaniemi.
El camino hacia Inari es similar al de ayer. La carretera
es bastante buena, muchas veces vamos solos. Ya no vemos
radares y algunas veces vamos a 100 kms/hora. Hemos
visto dos rebaños de renos, pero no me ha dado tiempo a
fotografiarles. Hay muchos árboles y no permiten ver el
horizonte.
Llegamos a Inari, centro administrativo de la población
Sami en Finlandia. Se encuentra todo cerrado. Está
lloviendo. ¡Una pena!. Veníamos a ver el Museo Siidi – El
Saamelaismuseo (museo Saame), en las afueras del pueblo,
que expone todas las facetas de la cultura lapona re-
creando una granja y exponiendo la artesanía Sami.
Los bosques son ya de monte bajo, con escasos abetos,
fresnos y abedules. El paisaje es yermo, desolado, desha-
bitado, sólo salpicado por lagos y alguna diminuta cabaña
de pescadores. La carretera es una simple cinta de
asfalto colocada sobre las suaves ondulaciones del
terreno, las largas rectas permiten ver un plano de
horizonte muy lejano. Los badenes son espectaculares.
Continuamos hacia el área de pernocta, que no nos gusta,
porque está en medio de la nada y hay varios coches del
país. Nos vamos a Karasjok. Atravesamos la frontera.
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