

Comenzaremos con la leyenda del topillo, según se contaba un
topo maligno iba minando los cimientos de la catedral mientras
se construía, en su interior colgaba sobre la puerta de San Juan
un pellejo que según la tradición era el responsable de la
tardanza de la obra, los leoneses una noche artos de esta
situación salieron y dierole caza, y una vez muerto, colgaron la
piel sobre la puerta
Pero a lo largo de los años, la humedad, la porosidad de la
piedra, el agua, el frio, y su atrevido diseño, dieron muchísimos
problemas a sus constructores
La vida de la Catedral fue muy accidentada, en el siglo XV se
resistió el hastial y en el XVII se derrumbó parte de la bóveda de
la nave central, y en el siglo XIX empezaron a caerse piedras de
la bóveda, y ante el temor que este maravilloso monumento se
derrumbara permaneció cerrado para su restauración que hasta
tuvieron que destruir algunas partes y volverlas a construir
Y por si fuera mala suerte en 1966 hubo un incendio que destruyó
la techumbre, aun hoy día se trata la piedra
En los años 90 se bajó la piel del topo y se comprobó que no era
un topo sino el caparazón de una tortuga, hubo una exposición en
Barcelona donde lo llevaron y cuando esta terminó, el
caparazón, lo trasladaron a restaurar a Madrid, después volvió a
la Catedral de León y se volvió a colocar en su sitio, encima de la
puerta
Lo que hay que tener en cuenta es su belleza, me refiero a la
catedral, no al caparazón, las vidrieras son sencillamente
espectaculares, de las más bellas del mundo, tienen 1.8oometros
cuadrados de superficie, 3 enormes rosetones y31 ventanales de
12 metros
Después de ver esta maravilla nos vamos a comer al Barrio
Húmedo que estaba llenito de personas, comimos donde pudimos,
en un turco, que fue donde encontramos una mesa vacía, donde
volvimos a comer porquería. Y terminamos la ruta yendo a San
Isidoro, que este año como vamos de Capillas Sixtinas, a San