Después, ya hambrientos volvemos al centro buscando
algún sitio donde dar un bocado, y después de algunas
vueltas acabamos en la plaza del centro, donde hay un
gran ambiente y unos músicos tocando jazz, con lo que
nos enganchamos y cogemos unas salchichas típicas y
jamón asado, acompañado de una cerveza checa, en
uno de los chiringuitos de la plaza. Es una zona de
mucho ambiente.
Después damos una vuelta por la zona de shoping,
curioseando las tiendas, y hacemos algunas compras,
sin olvidarnos las matriuskas, que son las muñecas
típicas de madera rellenas de muñequitas.
Aún nos queda el famoso castillo de Praga, al que
subimos de nuevo en tranvía acusando ya el cansancio de todo el día. Para llegar al tranvía
cruzamos por un puente muy bonito lleno de artesanos de bisutería y mucho ambiente, hasta
llegar a la parada. Una vez allí, damos una vuelta para ver el castillo y sus alrededores, ya que
vale la pena, y después
hacemos retirada hacia el
camping.
Aún nos queda un buen
trayecto de transporte
público hasta llegar.
Llegamos al camping a las
20:30 h. para cenar y
ducharnos.
Agotados,
hoy
nos
acostamos pronto.
Mañana será otro día.
1/08/12
Ruta Marianske Lazne – Franziskovy Lazne – Karlovy Vary
Nos levantamos con tranquilidad para tomarnos el día con un poco más de calma.
De nuevo, día soleado y caluroso, estamos teniendo suerte de momento, aunque algo excesiva
la temperatura, unos 30º, más de lo esperado.
Desayunamos y salimos de ruta. Es una ruta que nos recomendaron especialmente, ya que es
la zona de balnearios de la República Checa, y bastante pintoresca.
Iniciamos la ruta bajando hacia Pilzen, aunque hoy no lo vamos a visitar.
Hay que destacar lo complicado que es cruzar los alrededores de Praga, con el lío de
cinturones que la rodean, y la verdad, las indicaciones no ayudan mucho.
Conseguimos encontrar la ruta correcta, hasta llegar a Marianske Lazne, que en contra de
nuestros pronósticos, resulta ser un pueblo precioso.