

Al día siguiente nos vamos al Ourika a Setti Fadma para comprar collares bereberes y ver las
montañas nevadas del Oukaimeden, comprar el precioso barro y atravesar los puentes
colgantes
Al regreso nos acercamos a Agmat para ver la tumba del extranjero, para mí un lugar mágico,
el lugar que he elegido para que vayan mis cenizas
Muhammad Ibn Abbaid al Muatamid de Sevilla, nacido en el siglo XI el rey poeta, se enamoro
de Rumaiquiya
Siendo esclava oyó a Al Muatamid recitar versos escondida tras unos juncos cuando él hacia
versos con su amigo Abenamar que según las crónicas era algo más que un amigo
El rey se enamoró tan profundamente que se casó con ella y fue la preferida de su harén, la
llamó Itimad, la amó de tal manera que cuando fue expulsado de España por los almorávides,
por Ibn Tassufint a Marruecos
Se refugiaron al pie del Anti Atlas y allí murieron, enterrados en el adouar, de un pequeño
pueblo uno al lado del otro guardando su amor por los siglos de los siglos,
Hoy se ha construido un morabo pequeño y coqueto, para
el rey poeta , una pared adornada
de azulejo rodeado del verde, el color del
Islam y a su lado Itimad
Extranjero y cautivo en tierra de africanos, / llorarán por él el cortado y el mimbar; llorarán
por él los filos cortantes y las lanzas, / y derramarán lágrimas abundantes; / llorarán por él el
rocío y el aroma en el Zahi y el Zahir, / sus palacios, que antes le buscaban y ahora le ignoran;
/ cuando se diga que, en Agmat, ha muerto su generosidad / y que no se puede esperar que
vuelva hasta la Resurrección. / ¡Dios decrete en Sevilla la muerte mía, / y allí se abran nuestras
tumbas en la Resurrección!”.