

el fondo de la garganta por donde hace un rato hemos pasado, aunque apenas se ve
nada debido a la espesa vegetación ladera abajo.
Garganta de Vintgar.
Incomprensiblemente, encontrar ese sendero de retorno al parking nos ha costado
algo más de lo previsto. Nos equivocamos de camino y perdemos una media hora
entre ir, darnos cuenta del error (hemos ido a parar al parking de un cementerio) y
volver.
Llegamos al parking donde tenemos el coche pasadas las 10 de la mañana. A esa
hora ya hay cola para entrar, y hordas de turistas y ciclistas con BTT van llegando.
Contemplamos el espectáculo mientras tomamos algo en la terraza del bar que hay a
la entrada, al lado del cristalino río. Mientras vemos la cola pienso en lo acertado del
madrugón. Por cierto, la camarera habla español perfectamente, nos ha explicado
que estuvo viviendo en Madrid.
Por la tarde cogemos las bicis y vamos a bañarnos con los amigos que conocimos
en el camping a un pequeño parque acuático en el mismo lago Bled. Se llama
Grajsko kopališče (Baños del Castillo)y se encuentra a unos 2 km del camping por el
mismo camino que rodea el lago. Tenemos serias dificultades para aparcar la
bicicleta. Hay cientos de ellas, y los aparcamientos habilitados están saturados.
Finalmente las amarramos a una farola cercana. Los niños se lo àsan pipa en las
atracciones acuaáticas. Tras bañarnos, allí mismo alquilamos una barca para
acercarnos remando a la isla (20 € / hora). Allí tomamos una cerveza helada en la