Día 3: 24/6/2013 Licques – Folkestone (51 kms)
Madrugamos un poco para ir con margen para coger el ferry. Como llegamos con tiempo de
sobra y teníamos la tarifa flexi, pudimos coger un ferry anterior al que teníamos reservado y no
tuvimos que esperar nada; de hecho, según entrábamos, nos dirigieron al barco.
Yo no conocía cómo funcionaban los ferries y me esperaba algo un poco más desorganizado.
Pero la verdad es que es realmente sorprendente lo fácil y bien organizado que está todo, a
pesar de las enormes dimensiones y movimiento que tiene el negocio del paso del Canal. A la
llegada al puerto, todo está perfectamente señalizado y te dirigen a las líneas de espera del
operador que hayas elegido. El check-in se hace en unos carriles y cabinas similares a los de
las autopistas. Tuvimos que parar un momento para que nos inspeccionaran la caravana (un
inspector entró y revisó el baño, supongo que para evitar que se cuelen polizones).
Subimos al barco por una rampa bastante pronunciada y aparcamos en la línea
correspondiente. En este barco no había que hacer ninguna maniobra, según entrabas te
colocaban en una fila, dejabas el coche según te tocara y bajabas; para salir, se sale por el
lado contrario del que has entrado, todo el rato en línea recta.
