Sábado 19/04/14
Nos levantamos temprano, desayunamos, recogemos todo y limpiamos un poco. A las 9:00 estoy en recepción para
devolver la llave. También les ofrezco el paquete de sal, azúcar, la botella de vinagre (casi entera) y lo que queda del
aceite de oliva. La señora me contesta: Yes, of course!! Igual después lo tira todo….
Cargamos el coche y nos vamos hacia el hotel. Es muy temprano para que nos den la habitación, pero pagando 20£, la
podemos tener. Anda ya!! Dejamos las maletas en consigna (gratis) y nos vamos hacia Beachy Head. Es uno de los
puntos desde donde se pueden ver las Seven Sisters. El paisaje del sur es más ondulado que el que hemos vistos hasta
ahora. Llegamos, aparcamos y pagamos parquímetro. Paseamos por el manto de hierba que hay sobre los acantilados.
Aunque hace un viento helado, vale la pena ya que es precioso. Se podrían andar muchos km. pero aparte que no
vamos “vestidos para la ocasión”, tampoco tenemos tiempo. Queremos hacer más visitas. Saliendo, vamos hasta
Alfriston. Es un pueblecito precioso, con pubs antiguos, la típica iglesia con su cementerio alrededor, un parque enorme
(quizás más grande que el pueblo…). De las pocas personas que vemos, algunas son gente mayor sentadas en un banco
tomando el sol, otros van de boda, fotógrafo e invitados muy acicalados todos, otros montando a caballo por el centro
del pueblo y nosotros disfrutando del último día de viaje. De allí nos marchamos a Brighton. Llevamos los bocadillos
(más que descongelados), pero no nos apetecen. Cuando llegamos, la primera impresión es de una ciudad muy
decadente, sobretodo la zona del paseo marítimo que está muy cutre. Hay como una especie de mini feria y muchísima
gente. También mucho tráfico. Finalmente aparcamos en la azotea de un parking. Es la planta 17. Nos vamos a buscar
un restaurante porqué son las 15:00 y estamos hambrientos. Entramos en un Pizza Hut y nos dicen que no hay ningún
problema para comer. Comemos pizzas y Ariadna pasta. Con estos platos, entra bufet libre de ensaladas. Después de
comer y como no podía ser de otra forma, encontramos un Starbucks. Nos tomamos el café relajadamente y nos vamos
a pasear por la zona comercial. Esta parte de la ciudad no tiene nada que ver con la parte de la costa. Hay muchísimo
ambiente, muchas tiendas, bares, restaurantes con la gente disfrutando del día sentada fuera. Cambiamos la primera
opinión que habíamos formado. Nos gusta bastante más. Paseando vamos dirección al mar y pasamos por delante del
Royal Pavilion, está en unos jardines un poco “salvajes”, donde las plantas crecen un poco a su antojo… En la playa hay
mucha gente, vestidos, eso sí, ya que hace fresco. De cerca, el paseo marítimo tampoco se ve tan mal, y me imagino que
en verano tiene que haber mucho más ambiente. Cuando nos cansamos de andar, vamos a buscar el coche y nos pegan
un sablazo... 16£ ! Bufff, aquí nada es barato.
Salimos dirección Arundel. Solo lo tengo marcado en amarillo en el mapa, no lo puse en el planning de ruta y no
sabemos que nos encontraremos. Es un pueblo muy cerca de Brighton, hacia el interior. Poco antes de llegar, ya vemos
el imponente castillo que tiene en lo alto. Aparcamos en el centro, no hay casi nadie y nos vamos a pasear por la
iglesia/convento y la catedral. Estos edificios son muy grandes comparados con las casitas del pueblo. Nos vamos y justo
abajo, hay como un rio o canal pequeño, que está lleno de patos. Nos paramos a darles todo el pan que nos ha sobrado.
Cuando terminamos, nos vamos hacia Amberley. Lo recomiendan como uno de los pueblos mejores restaurados de la
zona, con casas de techos de paja. Pero llegamos que se está haciendo tarde y solo paramos un momento para hacer un
par de fotos a las casitas de cuento. Pero que bien cuidados tienen los jardines estos británicos!!!!
Volvemos al hotel y Marta, una chica murciana muy simpática, nos da las maletas y la tarjeta de la habitación. Nos
comemos los bocadillos que descongelamos esta mañana y bajamos al bar a tomar unas cervezas. Hoy no hay partida,
hemos cerrado el casino. A dormir tempranito.
Seven Sisters