Domingo 20/04/14
Nos despertamos y hacemos un poco el perro. No hay prisa, ya que el vuelo lo tenemos para las 16:25. Para variar, hoy
el día ha amanecido gris, parece a punto de llover. De hecho, las previsiones del tiempo dicen que va a llover, bueno,
más bien son que empiezan lluvias para varios días. Que buena suerte hemos tenido poder verlo todo con tan buen
tiempo!!!!
Bajamos a desayunar y Marta nos deja una báscula pesa maletas. Todas están dentro del peso legal, hasta 20 kg. las de
bodega y hasta 10 kg. la de cabina. Le devuelvo la báscula y le doy un sobre de salchichón que nos sobró. Se pone muy
contenta, allí no venden esta clase de embutidos.
Nos marchamos hasta Crawley (creo que se llama así). Es un pueblo cercano al aeropuerto. No es que estuviera en la
lista de lugares a visitar, pero está cerca y tenemos que hacer tiempo hasta la hora de comer. Aparcamos en un parking
del centro (los domingos es gratis) y vamos a pasear, pero no llevamos ni 5 minutos que empieza a llover. Nos volvemos
al coche corriendo y vamos a dar vueltas, hasta que encontramos un centro comercial, que todo está cerrado por ser
S. Santa, pero los restaurantes están abiertos. Nos vamos a McDonald’s y Xavi y yo comemos unas ensaladas con pollo y
beicon y Ariadna unos nuggets (para variar….). También para variar encontramos un Starbucks en la zona de cines y nos
tomamos el café. Saliendo nos vamos hasta el aeropuerto para devolver el coche. Revisan que no tenga ninguna
abolladura y esté todo correcto y nos dicen bye bye. Vamos a la terminal Sud y facturamos las maletas sin hacer cola.
Nos dan asientos separados por el pasillo, ohhh que pena. Nosotros que queríamos ventana!! Pasamos el control de
pasaportes y a mí me deben ver algo sospechoso. Me hacen quitar los zapatos. Me miran y cachean (una poli), para ver
si llevo algo metálico. Es muy raro. Finalmente se dan cuenta que lo que ven en el detector, son las lentejuelas del
símbolo de la paz de la camiseta que llevo. Después le toca el turno a Xavi. Le abren la mochila y un poli con guantes de
goma, se la revisa de la cabeza a los pies. Resulta que el pequeño trípode que lleva, en el escáner parece………….. una
pistola!!!!!!!!! Riendo, después de ver que somos inofensivos, nos dejan pasar. Una vez dentro, vemos lo moderno que
es el aeropuerto, por lo menos aquella parte. Parece un centro comercial, con la tira de tiendas y restaurantes. Nos
entretenemos mucho rato, hasta que anuncian la puerta por la cual debemos ir. El avión sale puntualmente a las 16:25,
dicen que el vuelo tardará 1 h. 40’. Despegamos, atravesamos las nubes y anuncian turbulencias, mechachis, con lo
poco que me gustan!!!!!!!! Por suerte no son gran cosa y pasan rápido. El chico de mi lado, el de la ventana, se pasa el
viaje durmiendo. Para eso ha pedido ventana ??? Y encima ronca el tío!!!!!!!!!! Me consuela que durante todo el viaje
hay nubes por abajo y no se ve nada. El vuelo pasa rápido. Cuando llegamos a Barcelona también está nublado y hace
fresco. Vamos a recoger el coche y está tal y como lo dejamos. En lugar de pagar en el cajero (nos cobrarían una
fortuna), vamos a la oficina con el papel de reserva que hice antes de vacaciones. Me cobran los 79€ y nos vamos a casa.
Miscelánera