Martes 15/04/14
Nos despertamos helados (Ariadna no, aparte del nórdico, le puse doble manta la primera noche). Como al llegar ayer la
casa estaba tan caldeada (de hecho, hacía un calor tremendo), paramos la calefacción y no la volvimos a conectar.
Ahora pagamos las consecuencias…. La suerte es que una vez en marcha, se calienta rápido.
Hoy volvemos a Londres, pero en lugar de ir a la estación de Perivale, decidimos ir a Osterley. Suponemos que al ser día
laborable habrá más gente que tome el metro y creemos que el parking será más grande y será más fácil aparcar. Así es.
También es más caro, 6£ todo el día. El metro también es más caro entre semana, las dos Travelcard nos cuestan
22,40£. Va bastante lleno, ya que esta es la línea que va a Heathrow. Vamos directamente al London Eye. Compré las
entradas por internet en la oficina de turismo británica la semana pasada. No son las más baratas, pero son muy
flexibles, ya que desde que las compras, tienes 1 año para utilizarlas. Las más baratas las venden en la web del London
Eye y tienen día y hora, pero no me atreví por si el día que escogía, tiempo no era bueno. Las 3 entradas nos cuestan
64€ y nos ahorran un rato de cola, ya que solo hacemos la de cambiarlas por entradas “de verdad” y dura pocos
minutos. Una vez las tenemos hacemos más o menos ½ hora. No se hace pesada por qué no estamos parados, sino que
vamos caminando despacito, en la cola, mientras limpio las gafas de sol, se me pierde una patilla, uf, me las puedo
poner, pero de un lado se me pegan bastante al ojo. Una vez subimos, en la cápsula se está muy bien de temperatura. A
medida que vamos subiendo las vistas son más espectaculares. La gente de abajo parecen hormiguitas. La vuelta
completa dura unos 35’. Saliendo, voy un momento a ver si encuentro la patilla y “Bingo”, ahí está. Le pido a una señora
que está en la cola, si me la puede dar y ahora solo falta encontrar una óptica que me pongan en tornillito que le falta.
Con la entrada del London Eye, se puede entrar en una sala que pasa un documental en 4D. Está muy bien, y no
hacemos cola, a diferencia de la gente que hay ahora para comprar entradas y subir a la noria. Impresionante!!!!! Vale la
pena comprarlas con anticipación y venir temprano. Otra opción es venir de noche, que seguro que con las luces de la
ciudad debe ser espectacular, pero eso lo tendremos que dejar para otra ocasión…
Vistas desde London Eye
Saliendo nos vamos a ver el Big Ben y llegamos a St. James Park, donde vemos los magníficos tulipanes que han
plantado. Espectacular el jardín!!! Allí tomamos el metro para ir a Camden. Solo salir de la estación de metro, lo primero
que vemos es un banco. Vamos raudos y veloces a ver qué pasa con los billetes de 50£. Nada, son obsoletos, pero al ver
que somos turistas, nos los cambian sin problemas. Bufff, que peso nos quitamos de encima… Una vez con dinero de
curso legal, buscamos algún sitio para comer, y antes de llegar al mercado, vemos un bufet libre chino. Entramos y nos
ponemos las botas. Todo está buenísimo. Con las barrigas llenas buscamos un lugar para tomar café y encontramos un
Starbucks que está justo al lado de la esclusa del canal en el mercado. Nos tomamos unos ristretos, nos conectamos a
internet para ver correos y mandar whasaps y salimos para entrar en el mundo aparte que es Camden Town. Por mucho
que te digan y expliquen, es un lugar que hay que verlo y sobretodo vivirlo. Es impactante, espectacular, los ojos se
llenan de imágenes de todo tipo. Hay de todo, y para todos los gustos. Desde ropa, zapatos, tiendas para turistas,
puestos de comida, gente variopinta… mucha. Es para perderse durante horas y es lo que nosotros hacemos. Ariadna se
compra la sudadera de London que quería y yo encuentro una “óptica” donde por el módico precio de 6£ le ponen el
tornillo a mis gafas. Menudo sablazo!!!!!!!!!!!!!!!!!! Pero claro, es una óptica de diseño… En fin, que le vamos a hacer.