

Por nuestros ojos pasan unos cuantos pueblos…con sus kasbash, unos se meten dentro de las rocas,
viéndose solo las ventanas, otros se confunden con el color de las montaña… una preciosidad…que
compensa la carretera, buena al principio, pero terrible después.
En un momento, creo que a los 20-25 km la carretera cambia, está en obras, y se convierte en una pista de
color arcilla, pero eso no disminuye el encanto del paisaje….