INVITACION A TOLEDO
          
        
        
          
            Es una ciudad densa e irreductible. Y para
          
        
        
          
            colmo, empinada y con un clima tan
          
        
        
          
            extremo como su propia existencia.
          
        
        
          BASTA YA
        
        
          Sinagoga Santa María la Blanca
        
        
          Detalle de la Catedral
        
        
          Más de dos siglos de historia han
        
        
          configurado en plena España mesetaria y
        
        
          áspera un conglomerado cultural, lleno
        
        
          de evocaciones árabes y judías, pese a
        
        
          su innegable impronta cristiana. Marcada
        
        
          por siglos gloriosos, en los que la ciudad
        
        
          fue capital del reino visigodo, esplendor
        
        
          en época musulmana, sede Primada y
        
        
          centro del Imperio en tiempos cristianos.
        
        
          Sea ha abundado hasta la saciedad
        
        
          en su espíritu de tolerancia y
        
        
          multiculturalidad, que hoy está tan
        
        
          perseguido. No en vano, moros judios y
        
        
          cristianos convivieron durante la época
        
        
          de Al-Andalus, que perduró durante los
        
        
          primeros tiempos de la conquista
        
        
          cristiana y culminó con el reinado de
        
        
          Alfonso X, en la celebre Escuela de
        
        
          Traductores, donde confluían sabios y
        
        
          eruditos venidos desde todo el mundo
        
        
          entonces conocido.