Puente de San Martin
        
        
          Catedral
        
        
          Mezquita del Cristo de la Luz
        
        
          Así, se puede empezar por la ruta
        
        
          del legado musulmán, el judío y el
        
        
          mudéjar, en un recorrido siempre
        
        
          sorprendente, que nos llevará a traves
        
        
          de arcos polilobulados, ventanas
        
        
          geminadas y de yeserías decoradas con
        
        
          caracteres árabes, entrelazados de forma
        
        
          perfecta en la mezquita del Cristo de la
        
        
          Luz o en la torre de Santo Tomé.
        
        
          También se puede vistar Toledo
        
        
          desde la perpectiva gótica, magnificada
        
        
          en la iglesia de San Juan de los Reyes o
        
        
          la Catedral, construida sobre una
        
        
          mezquita que, a su vez, fue construida
        
        
          sobre un templo visigótico.
        
        
          Queda también un Toledo
        
        
          Renacentista en el Ayuntamiento y en los
        
        
          Hospitales de Travera y Santa Cruz.
        
        
          También un Toledo que se mira a sí
        
        
          mismo como demuestran las casas
        
        
          neomudéjares o neogóticas del siglo
        
        
          pasado pero con ejemplos interesantes
        
        
          como la Escuela de Artes Aplicadas o la
        
        
          Escuela de Restauración.
        
        
          Y, porque no, admirar Toledo desde
        
        
          sus jardines, miradores y plazas,
        
        
          auténticos oasis de frescor y vida vecinal
        
        
          con nombres como el Jardín del Tránsito,
        
        
          el Mirador de la Cuesta de Santa Ana.
        
        
          Desde allí todo desciende hacia los
        
        
          puentes históricos, como el de Alcántara
        
        
          o el de San Martín, y las puertas que
        
        
          cerraban el paso a los intrusos como la
        
        
          del Sol, la Nueva Bisagra y la de
        
        
          Cambrón y en lo alto ese azul que
        
        
          cautivava al Greco.
        
        
          Por la vida, Ilis