Día 4 de agosto
La jornada despierta un poco nublada, como ya empieza a ser la tónica en este viaje, y
nos dirigimos al cabo Vidio, donde podemos contemplar sus magnificas vistas. Por la
parte posterior del faro hay un pequeño caminito que nos permite llegar hasta el extremo
del cabo. Dicho camino es un poco peligroso si vas con niños ya que esta al lado mismo
del acantilado y no dispone de barandillas, ni ningún otro elemento de protección, pero
las vistas merecen la pena
.
Cabo Vidio
Ya mas entrada la mañana, nos dirigimos a Cudillero, donde nos ocurre algo curioso, ya
que entramos por la parte del puerto, y al no encontrar un lugar para estacionar el
vehiculo, continuamos y vamos entrando dentro del pueblo con el coche, y buscando,
buscando nos encontramos a la salida del pueblo. Ha sido una visita corta, pero no
descartamos volver otra vez para verlo mas detenidamente (al final por una cosa y otra
no lo llegaremos a hacer).
Parece que el día despierta un poco, mientras nos dirigimos a Avilés. Aparcamos en la
zona del puerto, cerca de la oficina de turismo, ya que es donde te proporcionan
rápidamente toda la información que puedas necesitar.
Con los folletos en la mano, conseguimos entretener un rato a los niños enseñándoles el
casco antiguo de Avilés y el centro cultural, obra del arquitecto Oscar Niemeyer.
