Webcampista.com

mucho más que un foro

El café con Webcampista II

Buenas tardes

Qué tranquilitos estais.

Marta que te diviertas, has dicho a dónde vas?

Merce , Jale y Ángel cómo llevais esas cervicales
 

En la mili, y en general en cualquier parte con mucha gente, el "jefe" dice "¡¡¡numeraos!!!"
y empieza uno cualquiera
-¡Uno!
después otro cualquiera
-¡Dos!
otro cualquiera
-¡Tres!

y así hasta que se acaben, pongamos...
-¡veintidos!

el jefe dice "pues estamos todos" o "me falta uno" o simplemente saben cuantos "se han apuntado a algo"

Creo que lo explico Ángel ya :scratch:
 
Hola Chic@s pora qui estoy, de ayudante de Pepe con la ac,le esta poniendo la luz de cortesia que no venia, y hemos comprado esta mañana una antena digital terrestre para el tdt en Madrid haber que resutado da.
 
Merce ya te e leido que estas mejor de las cervicales me alegro mucho.

Bibi, como llevas la botella ??? hoy te veo mas animada, al menos has tenido ganas de preparar los desayunos para tod@s.jjajajaaa
 
Bueno; como ayer se me olvido el refran, lo pongo hoy. asi que van dos:

Una de las primeras virtudes sociales es tolerar en los demás lo que uno debe prohibirse a sí mismo. Charles Duclos.


El que se fía de cualquiera demuestra poca discreccion ysensatez; el que de nadie se fia demuestra tener todava menos. Arturo Graf
 
Os voy a hacer una pregunta a ver si os acordais. Sobre todo de mi generación, una serie que pusieron en España en el 1984, se llamaba Choky, la recordais?? Trataba de un niño que tomaba contacto con un extraterrestre en forma de triángulo. El chico se volvía inteligente y tambien se ponía enfermo, no recuerdo mucho más. Increiblemente casi nadie la recuerda, he entrado en un foro de televisión y ahí hay muchos que sí, pero tambien les sucede lo que a mí, que su alrededor no la recuerda nadie, siendo esta una de las series futuristas más impactantes de la época. Igual que lo fue la de Dentro del laberinto y Los chicos de Stonehenge.
 
RECORDANDO CHOCKY


José Manuel Ventura Rojas


Hace tiempo, en el foro de la revista electrónica de literatura y opinión <www.noseolvida.com>, un amigo y colaborador (el Sr. José Luis Gómez Bruque, sin cuya iniciativa este artículo no hubiera visto la luz pública) me recordaba con una vaga alusión la serie televisiva Chocky. Manteníamos algunos recuerdos especialmente gratos sobre ella, así que me decidí a iniciar una investigación que rescatase aquel trabajo con mayor nitidez. Esta compilación y ensayo ha sido elaborado a partir de referencias halladas en internet (sin las cuales hubiera resultado imposible la labor) y recuerdos personales. He aquí los resultados de este intento de rescatar del olvido una serie de la que se cumple el 20 aniversario de su emisión en la televisión británica, así como reivindicar la memoria del escritor de la novela original.

En el año 1968, el escritor de ciencia-ficción británico John Wyndham (1903-1969) publicó la novela Chocky. Hoy han sido casi olvidadas, injustamente, obras suyas como El día de los Trífidos (The day of the Trifids, 1951), Kraken acecha (The Kraken waves 1953) o Las crisálidas (The Chrisalids, 1955). Dicho sea de paso, algunas de aquellos libros giraban en torno al apartado temático del género ciencia ficción en el cual los vegetales desarrollaban mutaciones e inteligencias avanzadas; encontramos buenos ejemplos desde en las pioneras propuestas de Lovecraft hasta en la fecundidad de obras posteriores, sobre todo en la literatura británica del género (y el cine, no hay más que ver la olvidada El Experimento del Doctor Quatermass). Wyndham cultivó lo que él llamaba “logical fantasy” y comenzó a escribir hacia 1925, época en que se desarrollaba el género de la ciencia ficción de la mano de pioneros como el acuñador del género, Hugo Gernsback. Pero lo más importante de su creación data de los años 50, época en que escribió Los cuclillos de Midwich (The Midwich Cuckoos, 1957), más conocida por su adaptación cinematográfica El pueblo de los malditos, de Wolf Rilla, en 1960 (en los 90 John Carpenter decidió hacer un remake que como en otras ocasiones, no aporta nada nuevo salvo colorear el blanco y negro y perder la frescura del original)

Chocky supuso una gran creación de Wyndham una inteligencia extraterrena benigna frente a los acostumbrados extraterrestres malvados que deseaban destruir a la raza humana o simplemente conquistar la tierra. El tránsito de los años 70 a los 80 trajo vientos de cambio en el cine de ciencia-ficción, en creaciones como Encuentros en la tercer fase o ET, el extraterrestre. Claro está, la novela siempre ha llevado la delantera y vemos que el tema había aparecido ya mucho antes.

El libronarra la historia de Mathew Gore, un niño muy inteligente pero que preocupa a sus padres por haber entrado en una persistente fase de conductas extrañas, hablando consigo mismo y mostrando una notable brillo de genio en manifestaciones como el cálculo matemático o el dibujo. Y es que el niño ha entrado en contacto con Chocky, una etérea entidad venida de otro mundo.

En 1983 Pamela Lonsdale, una productora ejecutiva de la británica Thames Televisión, llevaba diez años de intentos persiguiendo los derechos para llevar una adaptación de la novela a la televisión. Los mencionados derechos se hallaban en manos de compañías americanas, pero en la mentada fecha, Richard Bates, el hijo del autor E. H. Bates, ganó el control de los derechos y comisionó al escritor Anthony Read (que trabajó en producciones televisivas tan notables como The Omega Factor y Doctor Who, minimalista y longeva serie de culto de ciencia ficción británica) para adaptar la novela, cosa que hizo en seis capítulos de 25 minutos cada uno, que guardaban gran fidelidad con la obra original, salvo en algún detalle como la materialización de Chocky (tetraedro transparente y la luz verde o azul), que en la novela sólo aparecía como una voz. Chocky la serie, se hizo realidad y posteriormente se hizo una adaptación como película, aparte de dos continuaciones de la serie. Vic Hughes y posteriormente Richard Bates fueron los productores de las series.

Andrew Ellams fue designado para el papel protagonista del niño Mathew Gore, y la voz de Chocky era interpretada por Glynis Brooks. La serie contaba con la limitada sobriedad de medios característica de una productora británica, pero los resultados fueron impresionantes, dado el tesón y la dedicación con los que trabajó el equipo (los productores de Hollywood bien podrían tomar nota, “tanto poder y tan poca visión de qué hacer con él”) La secuencia del comienzo del tetraedro transparente, las enigmáticas luces e imágenes en que se fundía (diseñada por John Stamp) y la inquietante sintonía musical electrónica del compositor John Hyde conferían a la serie desde el principio un halo de misterio e inquietud soberbio. Es de lo poco que he retenido en la memoria y aún despierta el placentero escalofrío que debe destilar toda buena obra de misterio. Como decía, a la limitación de medios se le sacaba mucho partido, empezando por el reducido pero magnífico plantel de actores. Y aunque se enfocó como una serie para niños y jóvenes, estimamos que no se quedaba en los estrechos márgenes en que suelen situarse las series que se orientan a esa franja de edades. Además, salvo por los peinados y modas en el vestuario y automóviles (francamente “ochenteros”), la serie no parece haber envejecido nada mal, según atestigua el público que ha vuelto a verla veinte años después.

He aquí una sucinta sinopsis de la serie. Matthew Gore, un inteligente chico, es elegido por Chocky, una misteriosa inteligencia extraterrestre, con el fin de conseguir información sobre la vida en la tierra. Los padres de Matthew, David y Mary (interpretados por James Hazeldine y Carol Drinkwater respectivamente) son testigos de cómo su hijo experimenta una serie de cambios en su conducta, volviéndose más inquisitivo sobre la vida que le rodea. Sus trabajos escolares y su creatividad artística se disparan notablemente, así como su destreza en los videojuegos. Sus progenitores se vuelven aún más preocupados, pues a pesar de que Matthew trata de ocultar la existencia de Chocky, no puede dejar de hablar con la entidad en voz alta. El niño salva a su hermana Polly (Zoe Hart) de ahogarse dirigido por la entidad (pues Matthew no sabía nadar). Sus padres envían acaban enviándole a un psicólogo, pero oscuros intereses intentan secuestrar al niño para conseguir los secretos que alberga. Es por ello que Chocky abandona finalmente a Matthew tras ser rescatado.

La serie se emitió en Gran Bretaña entre enero y febrero de 1984, y un año más tarde llegaba a España. Contó además con una continuación en forma de dos mini-series de seis episodios cada una: Los hijos de Chocky (Chocky’s Children, emitida en Inglaterra entre enero y febrero de 1985) y El desafío de Chocky (Chocky’s Challenge, estrenada en Gran Bretaña entre septiembre y octubre de 1985) Los directores de las tres series fueron Christopher Hodson (1984) y Vig Hughes (1984-5) y luego Peter Dugid (1985) y Bob Blagden (1986). La aprobación manifestada por los herederos de Wyndham, que vieron en la primera entrega de la serie la mejor adaptación de cuantas se habían hecho de las obras del escritor, aprobó la ejecución de las dos mencionadas continuaciones, aunque aquellas presentaron una calidad algo inferior a la original. En primer lugar, porque el final de la primera serie coincidía con el de la novela. El guión de las posteriores entregas se urdió a partir de algunas referencias que Wyndham anotase en la novela original, sobre el interés de Chocky, comunicado a Matthew, por entablar contacto con otros jóvenes inteligentes de la tierra.

Los hijos de Chocky se desarrolla un año después del final de la primera entrega. Matthew conoce a Albertine, una chica con un brillante talento para las matemáticas. Ambos desarrollan paulatinamente una comunicación telepática, y Albertine va a tener conocimiento de Chocky. Pero por ello se verá amenazada y será secuestrada por individuos que persiguen desvelar los secretos de la energía cósmica. Es por ello que Chocky retorna para ayudar a Matthew a encontrar a su amiga.

El retorno a lugares comunes de las anteriores entregas y el nivel interpretativo inferior de algunos de los nuevos actores hicieron que la tercera parte, El desafío de Chocky, fuese inferior a las anteriores. En esta entrega el personaje de Matthew aparece mucho menos, ya que el joven actor Andrew Ellams iba a desarrollar su carrera hacia otra dirección (llegando a ser en la actualidad profesor de ciencias económicas). El argumento giraba en torno a Albertine quien, junto con otros chicos sensibles al don telepático, recibe instrucciones de Chocky, cuyo pueblo ha decidido revelarles los secretos de la energía cósmica. La intrusión de los militares en el proyecto tratando de utilizarlo en beneficio propio introducía el elemento desestabilizador e intrigante de la trama.

La serie fue editada en DVD por Second Sight, en Reino Unido, a la venta desde marzo del 2003. Y una novelización, llevada a cabo por Mark Daniel, apareció en 1986 en Thames Magnet. Sin embargo, en España la serie y la novela han sido olvidadas, y sólo la persistencia en la memoria de algunos de nuestros coetáneos generacionales ha permitido que su recuerdo no se pierda de modo definitivo. Es por ello que cualquier pequeña iniciativa siempre resulta gratificante.

En español apenas hay referencias a la serie, y una hojeada en el buscador de internet google corrobora lo ya dicho: sólo hay alusiones muy de cuando en cuando en algún foro virtual, cuando comienza a hablarse sobre recuerdos infantiles y juveniles de series de televisión de mediados de los años 80. Por ello, resulta excepcional y digna de alabanza la contribución de la página web de “La Comunidad Choky”, creada por un grupo de personas interesadas en reconstruir sus recuerdos sobre la serie <http://choky.iespana.es>

Además destaca su loable iniciativa de pedir a las televisiones que se reponga la serie. En su página web, aún en obras, puede uno descargarse un “manifiesto Choky” para TVE y Antena 3 (me pregunto ¿por qué no para las otras cadenas, como Tele 5 o las autonómicas?), pidiendo se reponga la serie. Me parece bien que nos uniéramos, que hubiera una movilización de la audiencia con el fin de reclamar una televisión más plural y que ante en monolitismo y la escasa calidad de lo que hoy se emite, presionemos para que se incluya en televisión algún espacio que real y verdaderamente de cabida a todo “lo que la gente pide”, y no lo que los directivos creen que la gente quiere ver.

Aqui te pongo un articulo sobre esta serie; yo la recuerdo vagamente, pues mi hija mayor cumplira el proximo més 35, y siempre le ha gustado mucho estos temas.
 
Merce ya te e leido que estas mejor de las cervicales me alegro mucho.

Bibi, como llevas la botella ??? hoy te veo mas animada, al menos has tenido ganas de preparar los desayunos para tod@s.jjajajaaa

Claro que está mas animada, si se ha bebido toda la botella :D
 
Merce, yo ahora mismo no me acuerdo, si veo algunas imagenes puede que si la recuerde.
 
Buenas tardes, yo recuerdo a chuky, y no se me olvida......:pale:

mm2_chucky_photo_02_dp.jpg
 
RECORDANDO CHOCKY


José Manuel Ventura Rojas


Hace tiempo, en el foro de la revista electrónica de literatura y opinión <www.noseolvida.com>, un amigo y colaborador (el Sr. José Luis Gómez Bruque, sin cuya iniciativa este artículo no hubiera visto la luz pública) me recordaba con una vaga alusión la serie televisiva Chocky. Manteníamos algunos recuerdos especialmente gratos sobre ella, así que me decidí a iniciar una investigación que rescatase aquel trabajo con mayor nitidez. Esta compilación y ensayo ha sido elaborado a partir de referencias halladas en internet (sin las cuales hubiera resultado imposible la labor) y recuerdos personales. He aquí los resultados de este intento de rescatar del olvido una serie de la que se cumple el 20 aniversario de su emisión en la televisión británica, así como reivindicar la memoria del escritor de la novela original.

En el año 1968, el escritor de ciencia-ficción británico John Wyndham (1903-1969) publicó la novela Chocky. Hoy han sido casi olvidadas, injustamente, obras suyas como El día de los Trífidos (The day of the Trifids, 1951), Kraken acecha (The Kraken waves 1953) o Las crisálidas (The Chrisalids, 1955). Dicho sea de paso, algunas de aquellos libros giraban en torno al apartado temático del género ciencia ficción en el cual los vegetales desarrollaban mutaciones e inteligencias avanzadas; encontramos buenos ejemplos desde en las pioneras propuestas de Lovecraft hasta en la fecundidad de obras posteriores, sobre todo en la literatura británica del género (y el cine, no hay más que ver la olvidada El Experimento del Doctor Quatermass). Wyndham cultivó lo que él llamaba “logical fantasy” y comenzó a escribir hacia 1925, época en que se desarrollaba el género de la ciencia ficción de la mano de pioneros como el acuñador del género, Hugo Gernsback. Pero lo más importante de su creación data de los años 50, época en que escribió Los cuclillos de Midwich (The Midwich Cuckoos, 1957), más conocida por su adaptación cinematográfica El pueblo de los malditos, de Wolf Rilla, en 1960 (en los 90 John Carpenter decidió hacer un remake que como en otras ocasiones, no aporta nada nuevo salvo colorear el blanco y negro y perder la frescura del original)

Chocky supuso una gran creación de Wyndham una inteligencia extraterrena benigna frente a los acostumbrados extraterrestres malvados que deseaban destruir a la raza humana o simplemente conquistar la tierra. El tránsito de los años 70 a los 80 trajo vientos de cambio en el cine de ciencia-ficción, en creaciones como Encuentros en la tercer fase o ET, el extraterrestre. Claro está, la novela siempre ha llevado la delantera y vemos que el tema había aparecido ya mucho antes.

El libronarra la historia de Mathew Gore, un niño muy inteligente pero que preocupa a sus padres por haber entrado en una persistente fase de conductas extrañas, hablando consigo mismo y mostrando una notable brillo de genio en manifestaciones como el cálculo matemático o el dibujo. Y es que el niño ha entrado en contacto con Chocky, una etérea entidad venida de otro mundo.

En 1983 Pamela Lonsdale, una productora ejecutiva de la británica Thames Televisión, llevaba diez años de intentos persiguiendo los derechos para llevar una adaptación de la novela a la televisión. Los mencionados derechos se hallaban en manos de compañías americanas, pero en la mentada fecha, Richard Bates, el hijo del autor E. H. Bates, ganó el control de los derechos y comisionó al escritor Anthony Read (que trabajó en producciones televisivas tan notables como The Omega Factor y Doctor Who, minimalista y longeva serie de culto de ciencia ficción británica) para adaptar la novela, cosa que hizo en seis capítulos de 25 minutos cada uno, que guardaban gran fidelidad con la obra original, salvo en algún detalle como la materialización de Chocky (tetraedro transparente y la luz verde o azul), que en la novela sólo aparecía como una voz. Chocky la serie, se hizo realidad y posteriormente se hizo una adaptación como película, aparte de dos continuaciones de la serie. Vic Hughes y posteriormente Richard Bates fueron los productores de las series.

Andrew Ellams fue designado para el papel protagonista del niño Mathew Gore, y la voz de Chocky era interpretada por Glynis Brooks. La serie contaba con la limitada sobriedad de medios característica de una productora británica, pero los resultados fueron impresionantes, dado el tesón y la dedicación con los que trabajó el equipo (los productores de Hollywood bien podrían tomar nota, “tanto poder y tan poca visión de qué hacer con él”) La secuencia del comienzo del tetraedro transparente, las enigmáticas luces e imágenes en que se fundía (diseñada por John Stamp) y la inquietante sintonía musical electrónica del compositor John Hyde conferían a la serie desde el principio un halo de misterio e inquietud soberbio. Es de lo poco que he retenido en la memoria y aún despierta el placentero escalofrío que debe destilar toda buena obra de misterio. Como decía, a la limitación de medios se le sacaba mucho partido, empezando por el reducido pero magnífico plantel de actores. Y aunque se enfocó como una serie para niños y jóvenes, estimamos que no se quedaba en los estrechos márgenes en que suelen situarse las series que se orientan a esa franja de edades. Además, salvo por los peinados y modas en el vestuario y automóviles (francamente “ochenteros”), la serie no parece haber envejecido nada mal, según atestigua el público que ha vuelto a verla veinte años después.

He aquí una sucinta sinopsis de la serie. Matthew Gore, un inteligente chico, es elegido por Chocky, una misteriosa inteligencia extraterrestre, con el fin de conseguir información sobre la vida en la tierra. Los padres de Matthew, David y Mary (interpretados por James Hazeldine y Carol Drinkwater respectivamente) son testigos de cómo su hijo experimenta una serie de cambios en su conducta, volviéndose más inquisitivo sobre la vida que le rodea. Sus trabajos escolares y su creatividad artística se disparan notablemente, así como su destreza en los videojuegos. Sus progenitores se vuelven aún más preocupados, pues a pesar de que Matthew trata de ocultar la existencia de Chocky, no puede dejar de hablar con la entidad en voz alta. El niño salva a su hermana Polly (Zoe Hart) de ahogarse dirigido por la entidad (pues Matthew no sabía nadar). Sus padres envían acaban enviándole a un psicólogo, pero oscuros intereses intentan secuestrar al niño para conseguir los secretos que alberga. Es por ello que Chocky abandona finalmente a Matthew tras ser rescatado.

La serie se emitió en Gran Bretaña entre enero y febrero de 1984, y un año más tarde llegaba a España. Contó además con una continuación en forma de dos mini-series de seis episodios cada una: Los hijos de Chocky (Chocky’s Children, emitida en Inglaterra entre enero y febrero de 1985) y El desafío de Chocky (Chocky’s Challenge, estrenada en Gran Bretaña entre septiembre y octubre de 1985) Los directores de las tres series fueron Christopher Hodson (1984) y Vig Hughes (1984-5) y luego Peter Dugid (1985) y Bob Blagden (1986). La aprobación manifestada por los herederos de Wyndham, que vieron en la primera entrega de la serie la mejor adaptación de cuantas se habían hecho de las obras del escritor, aprobó la ejecución de las dos mencionadas continuaciones, aunque aquellas presentaron una calidad algo inferior a la original. En primer lugar, porque el final de la primera serie coincidía con el de la novela. El guión de las posteriores entregas se urdió a partir de algunas referencias que Wyndham anotase en la novela original, sobre el interés de Chocky, comunicado a Matthew, por entablar contacto con otros jóvenes inteligentes de la tierra.

Los hijos de Chocky se desarrolla un año después del final de la primera entrega. Matthew conoce a Albertine, una chica con un brillante talento para las matemáticas. Ambos desarrollan paulatinamente una comunicación telepática, y Albertine va a tener conocimiento de Chocky. Pero por ello se verá amenazada y será secuestrada por individuos que persiguen desvelar los secretos de la energía cósmica. Es por ello que Chocky retorna para ayudar a Matthew a encontrar a su amiga.

El retorno a lugares comunes de las anteriores entregas y el nivel interpretativo inferior de algunos de los nuevos actores hicieron que la tercera parte, El desafío de Chocky, fuese inferior a las anteriores. En esta entrega el personaje de Matthew aparece mucho menos, ya que el joven actor Andrew Ellams iba a desarrollar su carrera hacia otra dirección (llegando a ser en la actualidad profesor de ciencias económicas). El argumento giraba en torno a Albertine quien, junto con otros chicos sensibles al don telepático, recibe instrucciones de Chocky, cuyo pueblo ha decidido revelarles los secretos de la energía cósmica. La intrusión de los militares en el proyecto tratando de utilizarlo en beneficio propio introducía el elemento desestabilizador e intrigante de la trama.

La serie fue editada en DVD por Second Sight, en Reino Unido, a la venta desde marzo del 2003. Y una novelización, llevada a cabo por Mark Daniel, apareció en 1986 en Thames Magnet. Sin embargo, en España la serie y la novela han sido olvidadas, y sólo la persistencia en la memoria de algunos de nuestros coetáneos generacionales ha permitido que su recuerdo no se pierda de modo definitivo. Es por ello que cualquier pequeña iniciativa siempre resulta gratificante.

En español apenas hay referencias a la serie, y una hojeada en el buscador de internet google corrobora lo ya dicho: sólo hay alusiones muy de cuando en cuando en algún foro virtual, cuando comienza a hablarse sobre recuerdos infantiles y juveniles de series de televisión de mediados de los años 80. Por ello, resulta excepcional y digna de alabanza la contribución de la página web de “La Comunidad Choky”, creada por un grupo de personas interesadas en reconstruir sus recuerdos sobre la serie <http://choky.iespana.es>

Además destaca su loable iniciativa de pedir a las televisiones que se reponga la serie. En su página web, aún en obras, puede uno descargarse un “manifiesto Choky” para TVE y Antena 3 (me pregunto ¿por qué no para las otras cadenas, como Tele 5 o las autonómicas?), pidiendo se reponga la serie. Me parece bien que nos uniéramos, que hubiera una movilización de la audiencia con el fin de reclamar una televisión más plural y que ante en monolitismo y la escasa calidad de lo que hoy se emite, presionemos para que se incluya en televisión algún espacio que real y verdaderamente de cabida a todo “lo que la gente pide”, y no lo que los directivos creen que la gente quiere ver.

Aqui te pongo un articulo sobre esta serie; yo la recuerdo vagamente, pues mi hija mayor cumplira el proximo més 35, y siempre le ha gustado mucho estos temas.

Gracias Abuelita, he encontrado artículos y videos, lo que no encuentro es a gente que la recuerde como la recuerdo yo, ja,ja,ja... Tambien recuerdo otra que creo que era checoslovaca, con unos niños rubios que cogían una piedra con poderes...
 
Yo recuerdo vagamente de ver con mis hijos pumuky un chico con el pelo rojo y mal cortado, me parece recordar que era una serie alemana, han pasado tantas a los largo de estos años, que siempre recordamos las que van repitiendo, recuerdo que a mi hijo le encantaba una serie japonesa que unas piedras les deban poder y luchaban los buenos contra los malos, aqui la emitió tv3 la catalana, se volvía loco por verla y es lo que más le ponía a raya que le castigase sin ver la serie.
 
NPI

Que puede ser No Posible Integración (respuesta a examen tipo thund)
o
Ni Pajolera (o peor) Idea.


Vamos, que no me acuerdo, ¿a que hora se emitía? en ese tiempo me pasaba el día en la calle.
 
Es que creo que Barrio Sesamo tampoco lo veía :oops:, en el 84 rondaba yo los 16... y como se me daban bien los estudios, tol día en la calle...
 
Yo no tengo culpa de haber nacido después...je,je... Os dejo otra serie increible, cutre pero que me encantaba: Maika, la niña extraterrestre, la ponían los domingos por la mañanam, después del mamarracho Gente Menuda, Menuda gente. Era chekoslovaca y me impresionaba. No sé que año la pusieron...

 
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