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las 6 de la tarde y pretendemos llegar con algo de luz a Tánger. Nuestro
destino es el Cabo Espartel, donde se encuentran las Grutas de Hércules, unas
cuevas dignas de ver, y un camping.
Los kilómetros van pasando y las horas también y cuando ya estamos a unos
10 km de la ciudad, buscamos algún cartel indicativo, para tomar la dirección al
Cabo, pero no aparece, ya es de noche y la visibilidad escasa.
La autopista deja de ser tal y se convierte en carretera normal, con sus cruces
y semáforos. Paramos en uno de ellos con intención de preguntar a alguien por
la dirección del camping, pero antes de detener el vehículo vemos como una
nube de chiquillos se abalanza sobre la trasera de nuestra auto y notamos, que
no vemos, que alguno ha conseguido llegar al techo, trepando por la escalerilla
y los portabicis. Las ideas que se me vienen a la cabeza y por este orden son:
primero, ¡¡la mamá que los parió, si ya lo decía mi abuelo¡¡. Segundo: acelero y
que salgan volando ó paro, me bajo y con el bastón los ahuyento. El sentido
común se impuso: frené, me bajé y salieron todos corriendo a prudente
distancia desde donde me observaban expectantes. Viendo que estaba
obstruyendo la circulación, pliego la escalerilla que los muy salvajes habían
descolgado y sin fijarme en más, vuelvo a la cabina y seguimos.
Preguntamos a un guardia, muy amable, y nos indica el camino, a través del
aeropuerto, no tenía pérdida. Enseguida encontramos la entrada al camping.
Desde el incidente con los moritos, noto que se encienden algunas luces en el
cuadro, intermitentemente, son los testigos de los antiniebla.
Llegamos a la recepción sobre las 7 de la tarde, ya noche cerrada, hacemos la
inscripción y vemos que todas las parcelas están llenas de barro y agua. Ya
instalados voy a comprobar los daños de la trasera de la auto.
Los angelitos han utilizado el parachoques como primer escalón para subir a la
auto y como consecuencia de ello, todo el parachoques trasero, con luces
incluidas cuelga de un solo extremo. Por suerte veo que las bombillas
funcionan. Es de noche, está todo embarrado y empieza a llover, no es
momento de ponerse a reparar nada, suelto unos tacos muy gordos como
desahogo y “mañana será otro día”.
El bloque de servicios del camping es común, mixto, muy pequeño y no hay
agua caliente. Voy a buscar al encargado y la solución que me da, es utilizar la
ducha de uno de los bungalows, previa propina (20 dh), y así lo hacemos.
Una cena reparadora y a descansar. Cuesta conciliar el sueño pensando y
pensando en el estropicio que nos han ocasionado los moritos, angelitos ellos
(¡), pero qué malos son los j
.íos.
Estuvo toda la noche lloviendo.
Kilómetros recorridos hoy, 600.
Total: 2867 km.
1...,33,34,35,36,37,38,39,40,41,42 44,45,46,47,48,49,50
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