

El escenario es diverso, pero siempre muy agradable,
vamos subiendo por el Golfo de Botnia viendo el mar,
casas de madera, algunas pintadas de color teja, otras
blancas o amarillo pálido y las hay viejas que necesitan
restaurarlas, pero todas están sobre un manto verde
precioso. El día es soleado, hay 13°. Estando en ruta, el
GPS nos dice que ha encontrado una vía alternativa en la
que nos ahorramos 5 minutos. Y pregunta si la queremos
coger. Aceptamos. (Es la primera vez que el GPS actúa
así). Ahora ya no vamos viendo el Golfo de Botnia, vamos
rodeados de árboles. La carretera es la E4, no sabemos
dónde se ha producido el ahorro de los 5 minutos.
Llegamos al área donde queremos pernoctar. Tiene una
pinta estupenda, hay dos tráiler, cuatro autocaravanas y
otra caravana. El área tiene cuartos de baño, que no visité
y mosquitos trompeteros que a estos los tuvimos a raya ya
que traía unos palitos antimosquitos y no molestaron, a ex-
cepción de uno que le picó a Fernando, aunque alguno ma-
tamos en la cv dando palmadas.
Un francés nos dio conversación, él también va a Cabo
Norte, pero hace menos kms. diarios.
Se hace tan tarde de noche que nos despistó y en vez de
cenar empezamos tomando aperitivos y terminamos con
una sopa y con ganas de ir a descansar pues aunque estaba
anocheciendo eran las 12 y estábamos cansados.
21