Nos quedamos a descansar un buen rato tras el almuerzo y la siesta, mientras las
niñas juegan en los columpios del parque que tenemos al lado. Junto a nosotros está la
autocaravana de la pareja navarra y charlamos con ellos, que se quedan a pasar la noche
en Vadstena para disfrutar de la paz que se respira en esta bella localidad. Nos ha
gustado muchísimo este desvío en nuestro viaje ¡viva la improvisación! A la salida del
pueblo, dirección Motala por la 50, hay un camping que tenía buen aspecto.
Nos ponemos de nuevo en carretera y, siguiendo la recomendación del Sr.
Holandés, decidimos no tomar el camino más rápido sino el más bonito y por eso
tomamos la 50; resulta un acierto porque continuamente nos admiramos ante un lago,
un valle, unas casitas. Llegamos a Estocolmo a las 21,30 horas y encontramos sin
problemas el área para autocaravanas que habíamos leído en el relato de Pepe Hermo,
aquí tenéis los datos que saqué de su relato “Area de Långholmens
Husbilscamping/Autocamper, situada en la isla de Långholmen en el suroeste de
Estocolmo. La ruta de acceso es: E4 dirección Södermalm; salida dirección Centrum
hasta después del puente de Liljeholmsbrön; nos desviaremos a la derecha antes de
pasar el puente de espléndidos arcos de Västerbron, siguiendo las indicaciones de
Långholmen
´.
Sólo somos siete instalaciones y no vemos a nadie que se encargue del
lugar así que preguntamos a los compañeros y nos dicen que hasta julio no se abre el
área como tal; es decir, ahora nos podemos quedar a dormir en ella pero no ofrece
ningún servicio. Damos un largo paseo en auto por Estocolmo para situarnos -siempre
hacemos esto- y ver la ciudad iluminada. Nos damos cuenta de que no es fácil hacerse
con las múltiples carreteras y túneles que tiene la capital y a ratos nos recuerda a un
circuito de juguete. Decidimos quedarnos en el área que está muy bien situada, a 5 min.
de la estación de metro que te lleva al centro.