

con las entradas que compramos anticipadamente, a las 17:30 podemos entrar sin necesidad de
esperar. Paseamos un rato hasta que llega nuestro turno. Una vez dentro dejamos las mochilas y
cámaras en consigna (está prohibido sacar fotos) y alquilamos una audio guía para Ariadna. Hay
bastante gente, pero las obras se pueden ver sin problemas. Se nota la evolución del pintor desde
sus inicios hasta los últimos y más conocidos. La verdad es que hay algunos preciosos. Al salir nos
vamos andando hasta el centro. Queremos ver los 15 puentes, el mejor lugar para hacerlo desde
tierra, es desde Reguliersgracht y Herengracht. Llega la hora de cenar y lo hacemos en un
restaurante italiano cerca de la Plaza Rembrandt. El café lo tomamos en un Starbucks que se
encuentra en la misma plaza. Se está fresquito y mientras descansamos, aprovechamos para
conectarnos a internet. Cuando salimos está anocheciendo y volvemos a Reguliersgracht y
Herengracht, donde montamos el trípode, hacemos unas fotos de noche y nos marchamos.
Tenemos los pies destrozados y estamos cansados. Cogemos el metro en Waterlooplein y nos
lleva directos a nuestra parada. En la caravana aún hace calor, abrimos ventanas y antes de
acostarnos, hacemos un par de partidas al UNO.
Km. andados 11,5